José Manuel Soria tampoco pudo este jueves ocuparse de los asuntos de los canarios porque tenía otra cita en un juzgado de lo Penal, en este caso el 4 de Santa Cruz de Tenerife. El vicepresidente del Gobierno acudía a defender su querella por calumnias contra el ciudadano Francisco Cabrera, que le acusó en la comisión parlamentaria de investigación de la famosa trama eólica de ser las aspas de los molinos de viento, es decir, el señor X, pero con megavatios incorporados. Es de agradecer que el señor Soria haya conseguido, en aras de la economía procesal y la comodidad de su abogado madrileño, Nicolás González-Cuéllar, que se acercaran en el tiempo los dos juicios, para lo que se aplazó hasta el miércoles el celebrado contra Carlos Sosa (estaba previsto inicialmente para mayo) alegando que el letrado tenía otro bolo en Extremadura en la misma fecha.