Dice el portavoz de Nueva Canarias en Telde, Ildefonso Jiménez, que de maletines cargados de dinero sebe mucho un restaurante conocido como Faycán, que viene a ser el que dio nombre a esa operación que tiene a la ciudad sumida en una conmoción permanente. Es cierto lo que dice Jiménez, que maneja cierta información de calidad acerca de las investigaciones, tanta o más que la que manejan algunos de los investigados. Pero no sólo fueron restaurantes teldenses los escenarios de escabrosos encuentros entre empresarios, políticos o asesores de políticos. En las actuaciones figura una transacción en el restaurante Rías Bajas, de la capital grancanaria, digna de una película policiaca. La Policía describe de modo espectacular el encuentro entre un asesor y un empresario, ambos procesados, en el que se produce el pago de 180.000 euros, al que sigue una conversación telefónica muy elocuente: “Dime, mi niño”; “Ya está, jefa”. Y otra del “mi niño” al empresario: “oye, que nos diste de más”. Es fantástico Faycán.