Mientras desaparecen del Negrín las sábanas y las mantas para tapar los muebles de la OJE, en el hospital Insular de Gran Canaria siguen buscando el riñón de un chico que la familia asegura le birlaron en una operación. Los médicos afirman que cuando le abrieron, el órgano no estaba allí, y la familia sostiene justo lo contrario. Total que, puesto el asunto en manos de la Justicia, el juez encargó a una forense un informe del que les contamos cosas en la sección de Sanidad. Pero les recomendamos que se fijen en cómo la doctora explica la imposibilidad material que tiene de concluir a dónde fue a parar el riñón, sencillamente porque las pruebas que hicieron al paciente (radiografías, TAC y ecografías) no han llegado a sus manos. Y en Sanidad juran que las enviaron. Por escrito.