Vuelta Para el sur, donde se cuecen en estos veraniegos meses muchas noticias, no sólo de la mano de la inevitable Jefatura de Costas, cuyas grandiosas gestiones empiezan ya a apreciar los veraneantes del país, fritos por que les arreglen las playas y se dejen de tantos juegos florales. El sur también existe porque tiene alcaldes incomparables, como Marco Aurelio, y concejales tránsfugas todavía más incomparables, como Juan Francisco Ramírez. Ambos se conjuraron públicamente en su día a impedir que el Plan General de Ordenación que está al caer fuera un coladero por el que la zona turística perdiera oportunidades para el desarrollo sostenible. De ahí que colaran, con el impagable apoyo del PSC, un Corte Inglés en Meloneras y se dispongan ahora a colar unos locales comerciales en la plaza de Maspalomas donde, en rigor, va un parking. Y siempre debió ir, incluso en aplicación del actual plan general. Un parking, por cierto, que ya costó en su día que un concejal tuviera que dimitir en tiempo real, es decir, cuando se puso majadero en un pleno en plan rey de la pista.