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Celaá incentivará en los centros protocolos contra el abuso a los niños LGTBi

Madrid —

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Madrid, 27 abr (EFE).- El Ministerio de Educación incentivará en los centros, “en el ejercicio de su autonomía pedagógica”, protocolos que eviten conductas homófobas, transfóbas o xenófobas, ha asegurado este martes la ministra Isabel Celaá durante el Pleno del Senado.

En respuesta al senador de Más Madrid Eduardo Fernández Rubiño, quien se ha interesado sobre las medidas para implantar la materia afectivo sexual en la escuela, la titular de Educación ha recordado que ya se contempla en la última ley educativa (Lomloe) y se plasmará en el desarrollo curricular de Secundaria y Bachillerato.

Según la ministra, hay evidencias de que en aquellos centros donde se ha desarrollado un protocolo “que ha suscitado el respeto por la diferencia, por la diversidad, se ha educado, restando absolutamente todos los discursos de odio, de xenofobia, de aporofobia, de transfobia y homofobia”.

Por tanto, “vamos a incentivar los protocolos dentro de los centros para que ellos, en el ejercicio de su autonomía pedagógica, puedan establecer protocolos para que hagan conscientes a los niños de la necesidad del respeto hacia el otro y la evitación del abuso hacia sí mismos y hacia otros”.

El senador Fernández Rubiño ha señalado que, pese al “compromiso del Gobierno”, aún hay “mucho camino por recorrer”, pues las escuelas siguen sin ser espacios seguros para “los niños y niñas LGTBi”.

“En el gimnasio y en los patios -ha añadido- duelen los insultos: maricón, desviado, bollera, monstruo, marica el último, camionera, asquerosa, juegas al fútbol como un marimacho, corres como una nenaza, pierdes aceite, guarda esa pluma, afeminado, enfermo, tortillera, sarasa, hombretona, travelo, engendro, chupapollas”.

Son palabras que se siguen escuchando “todos los días en nuestros colegios y que todos los niños y niñas conocen desde muy pronto, desde demasiado pronto”.

Cada poco meses, ha añadido el senador, hay casos como el de Diego que con 11 años sufrió una paliza homófoba o el del niño trans en Pamplona al que cuatro menores patearon y ya no quiso volver a salir a la calle por miedo.

“Estas situaciones marcan a quienes lo sufren y marcan unos estereotipos de qué hay que hacer si quieres ser popular. No solo sufren las palizas y los golpes sino las risas, los comentarios, los señalamientos”, ha concluido el senador de Más Madrid.