Madrid, 11 nov (EFE).- La pandemia y las restricciones para combatirla, la bajada de las temperaturas y la lluvia impactan con intensidad en las personas sin hogar, una situación que ha llevado a Cruz Roja a reforzar su sistema de atención y a desplegar dispositivos especiales en 36 provincias.
La organización ha atendido a 16.500 personas sin hogar durante los meses de pandemia, un trabajo al que se han dedicado más de 2.500 voluntarios.
Ante la llegada del frío, Cruz Roja ha adaptado sus salidas para atender a las personas sin hogar, así como los recursos que ofrece en 36 provincias, en 32 de las cuales cuenta con unidades de emergencia social.
Asimismo, dispone de alojamientos, centros de estancia y de un servicio de acogida y acompañamiento social.
“Ahora, la bajada de las temperaturas y la lluvia vienen a agravar considerablemente la situación en la que viven las personas sin hogar”, ha explicado la organización, que trata de detectarla y dar atención directa e inmediata a las personas que están en situación de calle.
“Café, comida, abrigo, materiales de aseo e higiene, atención sanitaria y escucha, mucha escucha. Estas son pautas que siguen los integrantes de las Unidades de Emergencia Social en sus labores de apoyo a las personas que viven en la calle, en número creciente”, ha indicado Cruz Roja en un comunicado.