Las Palmas sobrevive al asalto del Real Madrid

La UD Las Palmas ha conseguido sobrevivir el asalto del Real Madrid por 2 a 2, un empate que sigue dejando imbatido el Estadio de Gran Canaria, que no ve perder a los amarillos desde el 13 de marzo de la pasada campaña, precisamente contra los blancos.

El día antes del encuentro Zidane advertía en rueda de prensa, sin citar en ningún momento a Las Palmas, pues no fue preguntado por los periodistas, que quería un partido que se desarrollase en el campo contrario. Algo similar a lo que hizo en los minutos finales frente al Villarreal.

Y así salió el Real Madrid, con galopadas verticales hacia la portería de Javi Varas en el minuto 7 llegó el primer aviso que hizo intervenir al arquero amarillo. Cristiano, Bale, Morata y Asensio avanzaban como un ejército de caballería tratando de asaltar el fortín amarillo, que resistía como podía.

La UD Las Palmas, consciente de la superioridad del rival, trataba de no precipitarse y desarrollar su juego cuando el rival se lo permitía. Las asociaciones entre Roque, Viera y Tana (inédita hasta este encuentro) aliviaban a la defensa amarilla y contribuían a que el juego pudiese desarrollarse fuera del campo propio después de resistir las embestidas del conjunto merengue en el primer cuarto de hora de partido.

Tímidamente se acercaban los de Setién al área rival. Primero fue Dani Castellano enviando un pase que Viera no conseguía controlar en el punto de penalti. El Madrid seguía a lo suyo, llegando en dos pases desde su campo hasta la portería contraria.

David García, desde el rectángulo de Javi Varas, despejó un balón rematado por Carvajal tras un barullo en el área amarilla, con hasta cinco jugadores blancos. Entonces Las Palmas, a la contra, aprovechaba una pequeña oportunidad para tratar de hacerle daño al líder de Primera.

Jonathan Viera, con muchas ganas, primero no conseguía enlazar con Livaja dentro del área e inmediatamente después disparaba a puerta desde fuera del área sin peligro a las manos de Casilla.

Entonces, cuando más fe parecían tener los de Setién, un error defensivo tras una presión intensa de los de Zidane daba el balón a Nacho, que condujo el balón al extremo del área y disparaba fuerte a las manos de Javi Varas quien rechazó como pudo una pelota que cazaba Asensio de cabeza en el '32. 

Lejos de venirse abajo o desanimarse, Las Palmas, seis minutos después, conseguía el empate. Tana cogía un rechace dentro del área, controlaba, alzaba la vista y disparaba a la derecha de Casilla para poner el 1 a 1 en el marcador y desatar la locura en el Gran Canaria.

El gol recompuso a los de Setién e hizo daño a los blancos, que se marchaban a los vestuarios al descanso cabizbajos, sabiendo que ese resultado acercaba aún más al Barcelona (a un sólo punto) al liderato.

La segunda parte arrancaba con una mala noticia. Jonathan Viera, el mejor de los suyos junto a Tana, tras una carrera con Modric en campo propio, se tiraba al césped y pedía el cambio. Setién elegía a Nabil El Zhar, que entraba en el '54. 

El partido entraba en una fase de relativa calma hasta la entrada de Benzema en el minuto '63, sustituyendo a Asensio. El francés generaba peligro en cada balón que tocaba y de sus botas llegaba el segundo.

La jugada, muy parecida a la del primer gol, llegaba por una pérdida en campo propio, el '7' portugués entraba rápido por banda, disparaba fuerte, Varas rechazaba y Benzemá la cazaba, a diferencia de Asensio, con el pie.

De ese golpe ya Las Palmas parecía que no se iba a levantar. Visiblemente muy cansados, tras la carga de partidos, daba la sensación de que los de Setién trataban más de aguantar el resultado para evitar encajar una goleada que de ir a por el empate. 

Pero cuando parecía todo perdido, Tana, a base de fe y perseverancia, luchaba un balón que parecía perdido que acababa en los pies de Sergio Araujo y el chino, al segundo intento, de rechace, ponía el empate en un Estadio que literalmente vibró con el segundo gol de su equipo.

Los seis minutos restantes (más los cuatro que añadió el árbitro) pondrían el corazón en un puño a los aficionados amarillos, que veían como su equipo resistía 'la desesperada' de los de Zidane. Setién daba entrada a Lemos en el '87 por Livaja, buscando mantener el resultado y rascar segundo al reloj.

Los amarillos renunciaron al contraataque, parapetados atrás, todos juntos, defendieron su fortín del asalto blanco y suman un punto que sabe a victoria para los locales y a derrota para el vigente líder, pero a un punto de su perseguidor, el FC Barcelona.