El Valladolid arrolla al Tenerife y hiela el Heliodoro

Mellot tira a la puerta del Valladolid

José Miguel Galarza

Santa Cruz de Tenerife —

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El Real Valladolid dejó helado al Tenerife y el Heliodoro en una tarde inspiradísima que lo revalida en la pelea por el ascenso directo junto a Eibar y Almería. El grupo de Ramis empezó a perder el partido de este sábado una semana atrás y lo que sembró en Miranda de Ebro lo acabó recogiendo este sábado en forma de derrota hiriente. El 1-4 no hace justicia a la temporada de los blanquiazules, pero la obligación de ganar para no descolgarse de la tercera plaza, tras ceder el resultado al Mirandés, lo sumió en una tensión de la que no supo sacudirse.

Aguantaron los locales solo veinte minutos hasta que se fabricó Toni Villa una falta lateral de las que odian los entrenadores y son oro puro para los que aprovechan la estrategia. La metió al rebumbio del área Monchu, remató con una espuela prodigiosa Sergio León, respondió Soriano con una mano abajo extraordinaria y cazó el segundo balón El Yamiq para poner el 0-1. Tres esfuerzos y solo uno atendido, así que gol del Valladolid. Luego lo pudo remediar Bermejo (m.27), pero se le fue al cielo un tiro a bocajarro. Y en adelante, una hora frustrante, tanta voluntad sin armas unas veces y sin los soldados adecuados otras.

Las armas olvidadas. El Tenerife fue hasta hoy un equipo defensivamente más seguro que dubitativo y, ofensivamente, más letal que timorato. Maduró partidos hasta decantarlos de acuerdo a la solidez de sus centrales o los resolvió madrugándose victorias a partir de las recuperaciones de medios y atacantes para matar en las vueltas. Y hoy no fue ni sólido, ni letal.

Los soldados adecuados. Recuperó del covid a tiempo a los tres titulares dudosos, pero solo jugó de entrada Sergio y en el puesto de Aitor Sanz, así que cambió de golpe el Tenerife la pareja de centrales y la de medios. Y arriba volvió Gallego por Mario, lo que a estas alturas del curso no parece el mejor negocio. Los diferentes (Andrés, Shashoua, el redivivo Nahuel) pisaron el campo con el partido ya destrozado y el trabajo en los flancos de Mollejo y Bermejo devenido estéril: al uno le sobrepasa tanta calor ambiental y el otro –diesel en la línea de rendimiento– no ofrece lo mejor de su cartera venido de la suplencia.

Y todo esto con el Valladolid enfrente. No es el mismo al que cazó el Tenerife en Zorrilla. Tuvo, tiene, un punto de velocidad mayor, se hizo con el balón siempre que pudo e hizo de los apoyos en corto virtud. Incrustó Pacheta entre los centrales a Monchu para que hiciera la salida jugada con los laterales desplegados y le creó a Ramis una acumulación de efectivos por delante del balón que explica la génesis del primer gol, negociando Mellot sin ayudas el arranque de Toni Villa.

Y ausente Weissman, este sí por coronavirus, tiró de un delantero de Primera para terminar de liar a los locales. Sergio León medió en el 0-1, le puso el 0-2 a Gonzalo Plata –un amago girándose con el balón muerto para dejar clavado a Carlos Ruiz, ganar la línea de gol y asistir al mismo Plata– y acabó de noquear al Tenerife.

Cuando quiso reaccionar Ramis –antes con Andrés al descanso–, el partido andaba 0-2 y decidido, pasado ya un cuarto de hora tras el entretiempo de los que sobraron diez minutos para convenir que Sergio estaba fundido y que Michel no está para estas batallas. Tarde en las pelotas comprometidas, ni da la conducción de Corredera, ni tapa lo que Aitor, ni transmite, al menos, la jerarquía que la edad y su carrera le suponen. La conversación postpartido con sus excompañeros –en lo que los actuales se iban hacia la grada de Gol para agradecer el apoyo del público– completa la descripción de cómo entendía la cita de hoy. El respeto debido al que paga, esos códigos del fútbol que ahora cotizan poco.

Con la segunda unidad y media hora de margen, el Tenerife siguió desabrochado, mas que tuvo una ocasión de oro Carlos Ruiz (m.56) cazando una volea de izquierda que encontró el larguero con el portero vencido. Llegó a destiempo a un duelo por enésima vez, generó otra falta lateral y se sumó al desatino Soriano, saliendo al balón llovido al área en lo que Javi Sánchez se anticipaba sin portero ni defensas que cuestionaran el cabezazo a gol.

Tuvieron un arrebato fugaz los albiazules con el gol de Andrés –un segundo remate en una contra habilitada, de aquella manera, por el reaparecido Nahuel para corregir el de Mario González con el que pudo Masip en el cara a cara– y al poco firmó el cuarto Luis Pérez en otra concesión impropia de este Tenerife desconocido y sobrepasado por las circunstancias del partido, una bofetada que tanto podrá espabilarle como hacerle caer en la sima de una mala racha mayor de dos semanas que hasta ahora ha sabido evitar.

(1) CD TENERIFE: Soriano; Mellot, Carlos Ruiz, José León, Pomares; Mollejo (Andrés, m.46), Sergio (Corredera, m.62), Michel, Bermejo (Mario González, m.62); Elady (Shashoua, m.71) y Enric Gallego (Nahuel, m.62).

(4) REAL VALLADOLID: Masip; Luis Pérez, Javi Sánchez, El Yamiq, Raúl García; Óscar Plano (Pablo Hervías, m.83), Aguado, Monchu (Iván Sánchez, m.75), Toni Villa (Anuar, m.58), Sergio León (Morcillo, m.75) y Cristo Gonzalo Plata, m.58).

GOLES: 0-1, El Yamiq (m.22). 0-2, Gonzalo Plata (m.60). 0-3, Javi Sánchez (m.65). 1-3, Andrés (m.72). 1-4, Luis Pérez (m.81).

ÁRBITRO: Francisco Hernández Maeso (Comité extremeño). Amonestó al entrenador local, Luis Miguel Ramis, Mellot (m.19), Mollejo (m.36), Bermejo (m.43), Pomares (m.45), Corredera (m.67), Carlos Ruiz (m.74) y Nahuel Leiva (m.78) y al visitante Toni Villa (m.34).

INCIDENCIAS: Partido de la 30ª jornada de LaLiga SmartBank 21-22, jugado en el estadio Heliodoro Rodríguez López. 18.538 espectadores.

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