Germán Dévora: ''Betancort le dio el título al Real Madrid''
Germán Dévora Ceballos (Las Palmas de Gran Canaria, 16 de noviembre de 1943) era la piedra angular de la UD Las Palmas en 1968. Junto a León, J. Gilberto, José Juan y Gilberto formó una delantera que atemorizaba a cualquier rival -ese año el equipo amarillo, con 56 tantos, fue el más goleador de toda la Primera división-. Ahora, 40 años después, este jueves recordó aquella cita en el estadio Santiago Bernabéu “como una ocasión fantástica” para haber ganado la Liga.
“Llegamos a la penúltima jornada de liga casi sin creernos que podíamos ser campeones. Y cuando llegamos al estadio y vimos todo el ambiente que había nos dimos cuenta de la importacia de aquel partido. Salimos a jugar sin complejos y dominamos al Real Madrid. Firmamos un partido muy bueno”, relató el ex jugador.
Para Germán, la clave del partido fue que “Antonio Betancort lo paró todo”. “Es más -añadió-, recuerdo que al término del partido nos vino a visitar al vestuario. Había jugado con casi todos nosotros en la Unión Deportiva y además de felicitarnos por el partido que habíamos hecho, vino a vacilar un poco con Martín Marrero, al que en la segunda parte sacó, con un paradón, un balón que iba a gol”.
El ex internacional rememoró que, al día siguiente, toda la prensa -“incluso la nacional”, anotó- reconoció que “fuimos superiores”. “Los halagos fueron unánimes, todos reconocieron que fuimos mejores y todos admitieron que el árbitro se había equivocado al dar como válido el segundo gol del Real Madrid”, agregó.
Jugada polémica
Germán recordó la jugada polémica con nitidez. “Yo marcaba a Pirri en el saque de esquina. La defensa despejó la pelota y todos salimos del área, pero Pirri se quedó descolgado y el balón le llegó a él. Era fuera de juego clarísimo, pero el árbitro no quiso pitar nada y esa acción desniveló el partido a favor del Madrid”.
El ex futbolista grancanario admitió que al término del partido “todos fuimos a por Zariquigui” a protestar. “Pero él -añadió- no reflejó nada en el acta porque sabía que había obrado mal. Ante a los árbitros se les miraba con lupa, incluso más que ahora, y beneficiaban siempre al grande”.
A la hora de dar con la clave del éxito de aquel equipo, además de “disponer de muy buenos futbolistas”, Germán se decanta por apuntar que “era una familia”. “La mayoría nos conocíamos desde juveniles, ya fuera en la Unión Deportiva o en las selecciones regionales, y había un ambiente escepcional. La gente de fuera, de Tenerife, se adaptó muy bien. Éramos buenos jugadores, pero también éramos buenos amigos. Guardo gratos recuerdos de todas aquellas vivencias”, explicó.
También apunta al trabajo de Luis Molowny. “Nos conocía desde juveniles y supo sacar el máximo rendimiento a todos. Su fichaje, un año antes, fue muy importante para alcanzar el nivel que logramos. Y también ayudó que no hubo lesiones en un equipo en el que sólo participamos catorce futbolistas”, comentó.
Y al ser consultado por si cree que la UD Las Palmas podrá repetir, algún día éxitos pasados, Germán Dévora contesta con otra pregunta: “¿Y por qué no? Si sigue trabajando su cantera podría lograrlo, aunque cada vez es más complicado retener aquí a la gente joven. El fútbol es diferente, antes existía el derecho de retención por parte del club, y ahora hay representantes y padres que mueven a los jóvenes en busca de lo que ellos consideran el lugar idóneo. Emigra mucha gente, pero podría repetirse”. Palabra del Maestro.