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La Vuelta a España se pone en marcha sin un candidato claro a ganarla

El jersey oro de la 62 edición de la Vuelta a España'07 empezará a ponerse en juego este sábado en tierras gallegas con un abanico bastante amplio de aspirantes para hacerse con él, pero ningún candidato claro antes de dar las primeras pedaladas.

Para suceder al kazako Alexandre Vinokourov, ausente en la línea de salida de Vigo por su positivo por homotransfusión en el pasado Tour de Francia, todos señalan a un genérico “los españoles” a los que se añaden algunos ilustres internacionales como el ruso Dennis Menchov (Rabobank), vencedor en 2005; el australiano Cadel Evans (Predictor Lotto), segundo en el último Tour de Francia; el italiano Damiano Cunego (Lampre), vencedor del Giro de Italia 2004; y el esloveno Janez Brajkovic (Discovery Channel) y su compañero el estadounidense Thomas Danielson, son algunos de los nombres.

Entre los españoles, Carlos Sastre (CSC) ya sabe lo que es pisar el segundo puesto del cajón en 2005, Óscar Pereiro (Caisse D'Epargne), José Ángel Gómez Marchante (Saunier Duval) y Samuel Sánchez (Euskaltel Euskadi), se encuentran entre los más señalados.

Por otro lado nadie quiere que se vuelvan a vivir los desagradables incidentes sobre el dopaje que están rodeando al pelotón ciclista mundial en los últimos tiempos y se confía en que sea la lucha en la carretera la que marque el devenir de los acontecimientos.

Sin embargo parece haber gente dispuesta a convertir el asunto del dopaje en el centro de atención, porque no se entiende de otra forma la solicitud de la Unión Ciclista Internacional (UCI) a la Federación Española de Ciclismo de la apertura de un expediente a Alejandro Valverde (Caisse D'Epargne), quien ni siquiera va a formar parte del pelotón de la Vuelta a España, por su posible implicación en el sumario de la Operación Puerto del mes de mayo de 2006.

Casi todos los participantes han tratado de llegar a Vigo en un estado de forma lo más afinado posible porque algunas de la principales dificultades montañosas tan solo tardarán cuatro días en aparecer.

La llegada a los Lagos de Covadonga en la cuarta etapa, o la ascensión a La Palombera en la quinta jornada, a únicamente veintiún kilómetros de la meta en Reinosa (Cantabria), supondrán el primer descarte entre aquellos que soñasen en 'oro'.

Y antes de llegar al primer descanso, en el décimo día, se encadenarán tres jornadas en las que quedará claro quienes son los que deberán optar por un cambio de planes por haber perdido todas sus opciones y quienes son los que optarán al triunfo final entre los que podría colarse alguno que a priori no estuviera en las apuestas de principales favoritos.

La contrarreloj individual de 52 kilómetros entre Cariñena y Zaragoza, y los finales en las estaciones invernales de Cerler (Huesca) y Arcalís (Andorra), serán esas tres citas consecutivas.

Al contrario de lo que habitualmente sucede en las grandes pruebas por etapas, como el Giro de Italia o el Tour de Francia, la ronda que organiza Unipublic en su sexagésima sexta edición no presenta una jornada en la que se coincida en señalar como reina lo que abre todavía más los pronósticos, aunque hay hasta cuatro finales en alto.

En el Principado Andorra se estará en el ecuador de la prueba y todavía habrá días peligrosos en los que el viento puede convertirse en juez, y nuevamente se ha incluido la ascensión a Monachil, el puerto en el que en 2006 Alejandro Valderde vio esfumarse sus aspiraciones de ganar la Vuelta ante el ataque de Aleksander Vinokourov.

Para finalizar en la fase final afrontar una etapa muy corta, 133 kilómetros, con final en Abantos que se subirá dos veces, y una contrarreloj individual de solo 20 kilómetros en la que, de no haber diferencias excesivamente ajustadas, apenas debería deparar algún cambio en la clasificación general.

La primera jornada, con salida y llegada en Vigo, será un recorrido por los alrededores de la Ría Baixa más meridional en la que los velocistas partirán con la vitola de favoritos y en la que intentarán no desperdiciar una de las pocas oportunidades claras que van a tener en estos primeros días.

Además el que pise primero la línea de meta en la viguesa avenida de Samil tendrá el premio añadido de ser el primer líder de la carrera española. Los organizadores han decidido prescindir del habitual regalo de tiempo que suponen las bonificaciones para los primeros clasificados de cada etapa y los pasos de los esprint especiales.

El principal peligro, más que por las dificultades orográficas, puede venir por las estrechas carreteras por las que circulará el pelotón que obligará a los 189 participantes a mantener la máxima tensión desde el primer metro.

Entre los aspirantes a enfundarse el primer jersey oro estarán como máximo exponente español el triple campeón mundial Oscar Freire (Rabobank), que afina su puesta a punto para el Mundial de Stuttgart, y ante él algunos de los mejores especialistas mundiales como el belga Tom Boonen (Quick Step), los italianos Daniele Benatti (Lampre), y Alessandro Petacchi (Milram), el alemán Erik Zabel (Milram), y también puede verse por esas primeras plazas al actual campeón olímpico, el italiano Paolo Bettini (Quick Step).

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