Canarias pierde en solo 10 años el 63% de la superficie de viñedos
El Aula Cultural de Enoturismo y Turismo Gastronómico de la Universidad de La Laguna, junto al área de Agricultura del Cabildo de Lanzarote y con la colaboración de la Fundación Cajamar de Canarias, celebraron este sábado en Arrecife el encuentro Rewine, que ha servido en esta ocasión para abordar la situación en el relevo generacional del sector vitivinícola de Canarias.
En esa cita, se informó de que en los últimos diez años las hectáreas de viñedo en Canarias han descendido el 63% y actualmente hay unas 7.182. En el año 2017 se contaba con 257 bodegas inscritas en las 11 denominaciones de origen del archipiélago, 65 bodegas menos que el año anterior, y la edad media de los viticultores estaba en los 70 años.
Según los asistentes al encuentro, se trata de cifras alarmantes que se contradicen con el buen nivel y calidad de los vinos canarios, reconocidos a escalas local, nacional e internacional, y el aumento del consumo de este producto de calidad.
El director general de Agricultura del Gobierno de Canarias, César Martín, destacó que de las 211 iniciativas empresariales solicitadas por jóvenes que han querido incorporarse al sector primario a través de las ayudas del PDR solo seis eran para desarrollar actividad empresarial en el sector vitícola. Martín ahondó en la necesidad de seguir dignificando el campo, a través de la formación, y de la potenciación del carácter empresarial de las bodegas y de los viticultores.
El consejero del Sector Primario en el Cabildo de Lanzarote, Antonio Morales, defendió la idea de la rentabilidad: “El precio de la uva tiene que ser lo suficientemente interesante para que el viticultor pueda vivir de su trabajo”. También el subdirector del Aula de Enoturismo de la Universidad de La Laguna, Gabriel Santos, resaltó el “enorme” potencial del enoturismo y la oportunidad que representa no solo para Lanzarote, sino para toda Canarias, para poder visibilizar y desarrollar el sector vitivinícola.
Puesta en común de experiencias vitivinícolas
El encuentro Rewine contó también con una mesa de debate con la participación de seis jóvenes bodegueros de Canarias, menores de cuarenta años, el grancanario Alberto Santana de bodegas Tunte, el herreño Alejandro Padrón de bodegas Padrón, el gomero Alejandro Rodríguez de bodegas Montoro, el palmero David Rodríguez Pérez de bodegas Viñarda, la tinerfeña Fátima Hernández de bodegas Loher y el lanzaroteño Jorge Rodríguez Alonso de bodegas La Mareta.
Estos, junto al subdirector del aula universitaria, hablaron sobre sus experiencias en este sector y destacaron que los sueños deben ser rentables en este sector, que en la actualidad pasa por una potenciación de la profesionalización y el convencimiento de que es una actividad digna y rentable no solo para los bodegueros, sino también para los viticultores. Los participantes coincidieron en seguir compartiendo su experiencia y sacrificio, en no abandonar la formación y en innovar conjuntamente porque “todos saldremos beneficiados”, afirmaron.
Resaltaron las dificultadas para crear empresas rentables o el pequeño tamaño de las bodegas, que en algunos casos limitan la capacidad empresarial y comercial. Subrayaron además que el relevo generacional no solo pasa por el campo o las bodegas, sino también por los instrumentos y entidades que gestionan este subsector, además de seguir comunicando las características del territorio y del trabajo del viñedo en Canarias, donde no es posible la mecanización, pues las parcelas cuentan con una superficie limitada, o que casi todo el trabajo hay que realizarlo a mano con el fin de poder ofrecer un producto de calidad diferente, en consonancia con el territorio y que permita elevar los precios.
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