Un pueblo africano en Dajla por Fatim Zohra Bouaziz

Según un responsable, “los viajes secretos a las islas españolas desde Buchdur, Dajla o Tan Tan se convierten en una tragedia. La realidad que no saben muchos militantes de derechos humanos es que muchos de estos emigrantes han muerto ahogados en el mar. De la mayoría de ellos aún no hemos recuperado su cadáver. Hay que tratar este fenómeno de forma global en el marco de las ayudas de los países del norte ofrecidas a los países del sur para conseguir su desarrollo, para que el final de estos emigrantes africanos no sea morir en el mar”.

Según un responsable, las estadísticas señalan que decenas de emigrantes que fueron repatriados, en su mayoría mauritanos, han vuelto a infiltrarse en el territorio marroquí y han sido detenidos. Algunos de ellos siguen detenidos en el campo polideportivo.

Un inmigrante mauritano dijo “quería emigrar a Las Palmas pero después de haberme asegurado que el camino está sembrado de peligros he recurrido al comercio de ropa mauritana en Dajla. Los saharauis me ayudan. Lo lamentable es que no tengo documento de residencia, no he entrado a Marruecos con un visado ni tengo pasaporte”.

Según una fuente de derechos humanos, las autoridades en Dajla ofrecen algunos derechos a los emigrantes como comida y ropa, pero su situación en ese campo es ilegal. El campo está destinado a practicar deporte, no a acoger o retener emigrantes. La misma fuente atribuye esto a la ausencia de un centro de acogida en la zona. Dijo a este respecto que “no hemos encontrado otra solución que la de convertir el campo polideportivo en un centro provisional para acoger a estos emigrantes a la espera de encontrar una solución”. Las autoridades locales, las Fuerzas Auxiliares y un médico se encargan de hacer un seguimiento del estado de salud de los emigrantes detenidos en el campo de la ciudad. Pero aún así las autoridades son incapaces de responder a sus necesidades.

*Traducción del diario Al SabahAl Sabah

Fatim Zohra Bouaziz*