Espacio de opinión de Canarias Ahora
Bajamar: cuidar lo nuestro y no ensuciarlo
Sin embargo, algunas personas siguen sin saber valorara la importancia que tiene el citado barrio lagunero, no sabiendo respetar la formas de conductas higiénicas, especialmente cuando presumimos de vivir en una sociedad progresista y evolucionista. Cada día, cada semana, los aledaños de las piscinas naturales de Bajamar se ven cubiertas por múltiples excrementos de perros o animales de compañía, cuyos dueños/as, pasean tranquilamente a sus respectivos animalitos, sin importarles las defecaciones que éstos canes hacen cada día, cada hora de cualquier día de loa semana.
Ellos, esos animalitos de compañía, no tienen la culpa de nada, pues ellos a través de sus pequeños cerebros, se rigen por unos códigos de conductas o por lo que sus dueños les enseñan y aceptan en sus respectivos comportamientos. Es una pena que cada día tenga que ver las inmediaciones de las piscinas naturales, especialmente en la zona que linda con la piscina de los niños. Un escenario, vergonzoso y asqueroso, motivado por la forma de conducta de algunas personas que viven o veranean en el citado rincón norteño.
Ni que decir tiene, que esta reivindicación social ciudadana ya lo sabe el concejal Miguel Ángel González, responsable de área del Recursos Humanos y Mercado; el cual y en su momento, estaba sustituyendo, por baja laboral, al también concejal del Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna, Cecilio Plácido Mejías Benítez, responsable del área de Servicios Municipales. Ellos, los responsables que gobiernan en la citada corporación municipal, son los que tienen que resolver el problema comentado anteriormente, sobre todo si queremos seguir manteniendo el poco turismo que viene a disfrutar de las maravillosas instalaciones de Bajamar.
También, por la miles de personas de nuestra tierra, los cuales se merecen un respeto y unas instalaciones digna de admirar. Insisto, los animalitos no tienen la culpa de nada. Son sus dueños/as, esos/as irresponsables que no respetan las normas ni las ordenanzas municipales; dejando los excrementos de sus respetivos perros sobre el piso de las inmediaciones de las piscinas naturales de Bajamar.
Según se crean impuestos para todo, los responsables del ayuntamiento lagunero deben aprobar una ordenanza que sanciones las personas que no sepan respetar ordenanzas de prohibiciones en lugares contemplados como de interés turísticos e histórico. De la misma manera, los empleados del cuidado y mantenimiento de las mismas, se ven impotentes a la hora de advertir las prohibiciones que contempla en los lugares de las piscinas; siendo amenazados y recriminados por algunos/as de los propietarios de los perros de compañía. Lo curioso, es que algunos de esos dueños/as son de áreas laborales y militares de niveles importantes, lo que les hacen ser aún más lamentables y vergonzosos. Es hora de cuidar lo nuestro y no ensuciarlo.
Rafael Lutzardo
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
0