Por su parte, José Miguel Pérez conoce la historia de los cabildos por razones profesionales lo suficiente para haberse hecho una idea clara de su papel de contrapoderes frente al Gobierno canario, de su condición de piezas básicas de equilibrio regional. Como estoy de acuerdo, veo su candidatura al Cabildo grancanario. De todos modos, aclaro, el lujo no lo es tanto para la isla, que también, como para el PSC, pues me da que el nivel de los candidatos no se corresponde al del PSC, que parece empeñado en no ganar ni por ésas. Pero esa es otra cuestión; aunque ilustre el que mucha gente, entre la que me cuento, piense votarles no en razón de partido sino por apreciaciones personales basadas en el pragmatismo de quienes tienen más posibilidades de ganar para cambiar lo que hay. En este punto hay que optar. Si las listas fueran abiertas, se podría contar con candidatos interesantes que se pierden en las planchas desechadas. Podría incluirse, por ejemplo, a Bernarda Barrios y Francis Candil. Ninguno de los dos dispone de organización suficiente para llegar demasiado lejos. El voluntarismo y la dedicación de Nardy es casi el único activo de Compromiso merecedor de un buen resultado. A Candil no le ayuda la débil implantación de NC en la ciudad capital. No lo conozco, pero me han hablado bien de él. Lástima que no se entendieran NC y Compromiso. En el Cabildo recuperaría a don Olarte. Dejó buen recuerdo en la corporación, aporta experiencia de ex presidente autonómico. Sin embargo, dudo de que el CCN de Ignacio González sea el partido de centro que se necesita. Román Rodríguez, otro ex presidente de Canarias, es también buen candidato. Pero NC se circunscribe a los municipios del Sureste. El débil aliento que de allí le llega a Candil es más poderoso para Román al ser alcaldes de NC, en especial Antonio Morales, referentes de gestión racional. Sería injusto que no obtuviera representación. De los otros cabezas de lista, nada diré de Mauricio y Soria que no sepan. Luzardo está ahí. Julios y Manuel Lobo también. Son los bueyes que hay para arar.