Espacio de opinión de Canarias Ahora
Espoo Ciné 2008. El fantástico que vino del frío
Espoo Ciné, el cual pertenece a la Federación Europea de Festivales de Cine Fantástico, ha logrado que quienes asistimos al encuentro nos encontremos, realmente, como en casa, lejos de las estridencias y el estrés que rodea a otro tipo de festivales del mismo cuño. Y es que, salvo en contadas ocasiones, hay pocos elementos que indiquen que en las instalaciones del Centro Cultural de Tapiola se esté celebrando un encuentro que cada año ha ido ganando en calidad y aceptación.
Está claro que la manera seria y callada con la que se trabaja en este país nórdico?alejada de cualquier frivolidad y exceso- contribuye a lograr esta atmósfera que tanto favorece al disfrute del buen cine, llegado de todas las partes del mundo. Sin embargo, no es menos cierto que en Espoo Ciné lo que prima es su programación y el lograr que los espectadores se sientan atraídos hasta las diferentes salas que acogen el evento.
No obstante, no piensen que sus organizadores se conforman solamente con eso. En Espoo Ciné también hay tiempo para que directores, productores y actores compartan unos momentos ?antes o después de las proyecciones- logrando desvelar algunos de los secretos que esconden las películas que se proyectan durante el festival.
Sea como fuere, el resultado de todo es que Espoo Ciné logra cumplir los requisitos propios de un festival que cada año evoluciona en todas sus facetas, pero sin ningún tipo de estridencia.
Además, la edición de este año 2008 ha estado muy marcada por el género fantástico, no sólo por las películas que competían por el Méliès de plata a la mejor película europea de género, sino por el resto de cintas que se podían encontrar en otras secciones del encuentro.
No hay duda de que éste ha sido el año del cine nórdico, en cuanto al género fantástico se refiere, y no en vano fue una película danesa la que se llevó el mencionado Méliès de plata a la mejor película europea. En este caso, la ganadora fue Vikaren (La Sustituta), dirigida por el director Ole Bornedal. Bornedal es conocido entre el gran público por dirigir la película Nightwatch, protagonizada en 1997 por Ewan McGregor, Patricia Arquette y Nick Nolte, la cual es un remake de Nattevagten, película danesa dirigida por el propio Bornedal, tres años antes.
Con Vikaren, Bornedal, responsable también del guión junto con Henrik Prip, retuerce el concepto del alienígena llegado a la Tierra y lo transforma en una profesora sustituta que no se parece a ninguna otra. Lo mejor de la historia es que los elementos fantásticos están perfectamente integrados en el mundo real ?en especial las conflictivas relaciones de los alumnos con sus progenitores-.Todo ello logra hacernos olvidar que la recién llegada sea, en realidad, una despiadada agente secreta llegada del espacio exterior, que no se detendrá ante nada ni nadie para lograr su propósito.
La película, contada con el particular sentido del humor de los países nórdicos, demuestra que el cine de género fantástico no es ya exclusivo del mundo anglosajón como si ocurría hasta hace pocas décadas, salvo en contadas excepciones.
Además, el trabajo de Ole Bornedal y del elenco de actores, encabezados por las actrices Paprika Steen y Sonja Richter, indica que no hace falta irse a ninguna galaxia lejana para toparse con un alienígena tan inquietante como lo es la protagonista de la historia.
También de Dinamarca -y con Sonja Richter en un papel protagonista- se presentó a competición Cecilie, un thriller sobrenatural que bebe directamente del concepto de la reencarnación y de la creencia de que los muertos, en circunstancias violentas, no abandonan este plano de la existencia hasta que hayan podido atar todos los cabos.
La película, dirigida por Hans Fabian Wullenweber, nos cuenta las pesadillas que sufre Cecilie, una mujer que, tras sufrir una violación, trata de continuar con su vida lejos de todo aquello que le recuerda el trauma que ha vivido. El problema es que, una vez allí, sus pesadillas son cada vez mayores y los recuerdos de un suceso que conmocionó aquel lugar empiezan a obsesionarla sin saber muy bien por qué.
Contada en dos planos; es decir, en el presente que vive Cecilie y en el pasado, que le ayudará a conocer la realidad, la película logra recorrer viejos caminos del género, pero aportando los elementos propios de una geografía y una forma de pensar exclusivas del norte de Europa.
Algo similar ocurre con The Disappeared, historia de claros tintes sobrenaturales, aunque inscrita en un contexto real y muy reconocible. Su responsable, el director británico Johnny Kevorkian, nos cuenta la historia de Matthew, un joven que descubre que las extrañas voces que sólo él escucha están relacionadas con las desapariciones de varios niños que vivían en aquel lugar.
La diferencia con otras películas del mismo estilo es que el protagonista vive en medio de una de tantas familias con problemas de relación entre sus miembros, algo que ha conformado el carácter de Matthew y que explicará su comportamiento, a medida que se desarrolle la trama.
Kevorkian, al igual que ocurre con la película de Ole Bornedal, explora la posibilidad de desarrollar una narración con claras referencias al género de espíritus y fantasmas, pero sin tener, por ello, que huir de un contexto que bebe de la realidad cotidiana de muchas personas.
Ya acercándonos más al sur de Europa, desde Francia nos llegó Chrysalis, película del director Julien Leclercq, que se pudo disfrutar en el pasado Festival de Cine de Sitges. Chrysalis es una actualización del cine francés del género negro, cuya trama se desarrolla en el año 2020. Contada con muy buen ritmo y con gotas de thriller oriental, su realizador logra mantenerte atrapado durante los noventa minutos en los que dura la acción.
En cuanto a España, nuestro país estuvo representado por las siguientes dos películas: REC, de Jaume Balagueró y Paco Plaza, y 3 Días, del director Francisco Javier Gutiérrez.
De la primera poco que decir, después de su triunfal paso por la pasada edición del Festival de Sitges, salvo que REC ha sido una de las pocas películas españolas estrenadas durante este año 2008 en los países nórdicos -junto con la también galardona El Orfanato-, lo cual indica la buena salud del fantástico español fuera de la geografía nacional.
Centrándonos en la segunda propuesta, la dirigida por el cordobés Francisco Javier Gutiérrez, hay que decir que, ya antes de su proyección, 3 Días era una de las películas más esperadas por parte del público que acude hasta Espoo Ciné, razón por la cual, las entradas para dicha película se agotaron días antes.
3 Días es otra de esas cintas que recurre a contar una historia que no es original -el meteorito que está a punto de colisionar con la Tierra ha sido un tema recurrente en varias películas, desde los años sesenta- pero que Gutiérrez trata de una manera totalmente nueva. Su interés se centra en las acciones y reacciones de las personas ante un suceso que puede ocurrir en cualquier momento y sin posibilidad de escape, tal y como plantea la película.
El director, que acudió hasta Espoo para presentar su trabajo, explicó que para él lo importante eran los comportamientos humanos en aquellos últimos tres días de la raza y no los artificios a los que nos tienen acostumbrados otras producciones de este estilo. Gutiérrez logró que todos los que asistimos a la proyección de su película en Espoo Ciné permaneciéramos atrapados por el torrente de imágenes y sensaciones encontradas que componen su obra.
Tanto 3 Días como REC demostraron que nuestro país está viviendo un momento realmente “dulce” en cuanto a las producciones de género se refiere, las cuales se están convirtiendo en la mejor tarjeta de presentación para nuestra cinematografía.
La última de las ocho películas seleccionadas para los premios Méliès fue la sorprendente Absurdistan, película del director alemán Veit Helmer, quien ya acudiera a Espoo Ciné en 1999 con su primera película, Tuvalu.
Absurdistan es una historia imaginaria, en un lugar que ni siquiera figura en los mapas, después del colapso de la antigua Unión Soviética. En Absurdistan hay sitio para casi todo; es decir, guerra de sexos a la antigua usanza, el progreso frente al inmovilismo, el amor que lo puede todo, y el poder de un sueño frente a la ignorancia de quienes se han olvidado de que tienen imaginación.
Lejos de otras consideraciones, la película de Helmer demuestra que no hay historia más fantástica ?y si me permiten, terrorífica- que la de la propia raza humana. Y no hace falta recurrir a ninguno de los tópicos del género, tal y como comentaba su actor principal, Maximilian Mauff, para lograr seducir al espectador y hacerle partícipe de lo que ocurre en aquel extraño, pero atractivo lugar.
Al final, una alienígena llegada de un belicoso planeta para buscar respuesta en un mundo como el nuestro, le arrebató el Méliès a la cinta de Helmer, pero Absurdistan fue una de esas pequeñas joyas que sólo se pueden ver en encuentros como Espoo Ciné.
Eduardo Serradilla Sanchis
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