Folclóricos y cobistas

Evidentemente nadie puede separar este exhibicionismo folclórico y pueblerino de la proximidad de las elecciones locales y autonómicas a las que ambos serán de nuevo candidatos por CC y PP, respectivamente.

Aunque todavía falten casi ocho meses para los comicios, ya se sabe que los políticos son impacientes y se ponen nerviosos durante el año preelectoral. Los socios que hasta ahora eran amiguitos del alma se convierten en enemigos irreconciliables durante unos meses.

El fin de semana pasado los dos fueron a la romería de Los Dolores en Lanzarote sólo unos días después de haber acudido a Teror para honrar (es un decir) a la Virgen del Pino. La Televisión Canaria, como no podía ser de otra manera, acudió puntualmente a la cita, más preocupada en cubrir de lisonjas al presidente y vicepresidente del Gobierno que de informar al televidente de la fiesta popular.

No bastó la actitud cobista de los compañeros de la tele para apaciguar las ansias de Soria de privatizar el canal autonómico, aunque sea como cooperativa, que de eso debe saber mucho.

La entrevistadora abordó, sospechosamente pizpireta y dicharachera, a ambos políticos. Paulino dijo que iba a las romerías de las vírgenes de las siete islas y se olvidó de nombrar Gran Canaria, a pesar de que unos días antes estuvo en Teror. Soria reconoció que era la primera vez que iba a la romería de Los Dolores.

Para vergüenza ajena se atrevió a cantar ante las cámaras 'De belingo nos vamos pal monte', rodeado de un coro de corifeos y con su jefe de prensa (qué bajo ha caído este oficio) sacándole fotos de todos sus gestos para la galería. Incluso el locutor tuvo la osadía de decir que Soria cantaba muy bien.

A pesar de todo Soria quiere acabar con la tele y la policía autonómicas que él y su PP han contribuido a crear en Canarias plegándose a CC. Por eso su presidenta, Claudina Morales, lo ha llamado esquizofrénico. Y es que es más difícil pedir coherencia a Soria que peras al olmo.