Espacio de opinión de Canarias Ahora
Algo huele a podrido en la ciudad
No hay derecho, querido ciudadano, a que los trabajadores que limpian todos los días las playas de Las Palmas de Gran Canaria cobren 546 euros al mes por una jornada laboral de cuarenta horas. No hay derecho a que los días que tienen turno de noche la empresa Fomento de Construcciones y Contratas les pague 4 euros extras por esa jornada nocturna. No hay derecho a que sólo en los últimos meses tres trabajadoras de FCC hayan sufrido agresiones sexuales mientras trabajaban de madrugada en la playa. No hay derecho a que, según cuenta el portavoz sindical, la empresa las amenazara con despedirlas si contaban a la prensa que habían sufrido esas agresiones sexuales.
No hay derecho a que FCC pueda ingresar cada año del ayuntamiento más de 20 millones de euros teniendo, por ejemplo, a las trabajadoras que limpian las dependencias municipales con salarios que apenas superan los 400 euros. El Delegado de FCC, Angel Castanedo, es un hombre muy valorado por la dirección de su empresa en Madrid por la enorme rentabilidad que obtiene en los servicios al ayuntamiento de la capital grancanaria. Cuando el concejal de Mediambiente Rafael Santana se atrevió a abrir un expediente a FCC por incumpliendo de sus deberes, en lugar de peligrar el contrato entre la corporación municipal y FCC lo que ocurrió fue que la alcaldesa Josefa Luzardo le quitó las competencias al edil Santana. Luzardo y Castanedo mantenían una relación sentimental, pero poner ese dato sobre la mesa para explicar los aparentes privilegios de FCC era “entrar en la vida personal de la alcaldesa”. Resulta vergonzoso que los trabajadores de FCC hayan tenido que hacer una huelga para reivindicar que les suban 2 euros al mes, porque cobran por debajo del Salario Mínimo Interprofesional. Sólo con los 38.000 euros que el gobierno de Luzardo pagó por las inútiles pulseras de la Gran Marina, se podrían pagar las nóminas de un mes de los 50 trabajadores de limpieza de playas.
Pero todo eso es pasado. Ahora gobierna el PSOE con mayoría absoluta. Así que debe ser este gobierno municipal el que exija a FCC que cumpla los pliegos de condiciones que asumió cuando ganó los concursos. Que cumpla con la ciudad y que cumpla con sus trabajadores. Que cumpla en salarios y en seguridad laboral. Cada día a las ocho de la mañana FCC tiene a trabajadores cuidando las medianas de la autovía marítima sin señalizar, en una exhibición pública de incumplimiento de las mínimas normas de seguridad laboral. El mismo partido que critica en el parlamento canario las intenciones del gobierno canario de privatizar la sanidad, tiene una oportunidad de demostrar que la limpieza de la ciudad que gobierna no tiene por qué depender de los intereses de una empresa privada. Porque lo ocurrido en los últimos años con los servicios que presta la empresa FCC al ayuntamiento huele peor que las bolsas de basura que ayer espantaron a los ciudadanos que se acercaron a la playa. Algo huele a podrido en la ciudad, y la culpa no es de la huelga de los trabajadores de limpieza.
Juan GarcÃa Luján
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