Espacio de opinión de Canarias Ahora
La humanidad sentada sobre un polvorín por José Vicente Cobo
El Instituto para la Paz de Estocolmo, constató que lo invertido mundialmente en armamento asciende a más de 900 mil millones de Euros. Tan sólo los EE.UU gastaron 396 mil millones en 2006. Ante estas cifras es imposible sustraerse a imaginar todo lo que se podría lograr por ejemplo con 1000 millones por día en la lucha contra la pobreza, el hambre o la educación.
Al hablar de conflictos internacionales no se pueden obviar las sempiternas tensiones entre oriente y occidente. La llamada Guerra Fría sonó de nuevo durante el mandato de Busch cuando se suponia que era ya cosa del pasado. En la Conferencia de seguridad de Munich de Febrero de 2007, el presidente ruso Putin reprochó a su homólogo americano lo siguiente: “Vosotros queréis el dominio exclusivo de este mundo y nos acorraláis con vuestras instalaciones armamentísticas en Polonia y Chequia; nosotros nos tenemos que defender y por ello nos armamos de igual manera”.
Los americanos antes de la toma de poder del Presidente Obama querían rearmarse, los rusos tenían un cierto temor y por consiguiente se rearmaban tambien. Ambas estrategias nucleares han estado de nuevo en el aire, tanto en oriente como en occidente. Y todo esto junto al foco de crisis que es el oriente próximo. Pakistán tiene armas atómicas, también la India, Israel posiblemente también y en el mundo árabe hay una profunda crisis. Irak no se convirtió en aquello que se esperaba con la invasión, e Irán es cada vez más fuerte. En el fondo se trata de una situación caótica, en la que una súper potencia trata por todos los medios de conservar el dominio del mundo y la otra, Rusia, está empezando a rearmarse. O sea que el peligro real de una guerra mundial aumentó durante el 2008, quedando a la espera de lo que ocurrirá este año que tampoco ha empezado demasiado bien.
Todo esto no deja de ser un juego peligroso, de hecho la mayoria entendemos que la paz la construyen los armisticios, el potencial de intimidación, el equilibrio de fuerzas, etc., pero esto no tiene nada que ver con la Paz. Esto se aprecia claramente cuando en Navidad se intercala un alto el fuego durante algunas horas entre dos ejércitos en lucha para demostrar que se quiere tomar en consideración o respetar el mensaje navideño, cuando lo que realmente deja al descubierto no es otra cosa que el viejo dicho romano: “Si quieres la paz, prepara la guerra”.
José Vicente Cobo
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