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'Mamma mia'
Sobre esto último, compadezco a quienes tienen la mente tan estrecha y carcomida por los prejuicios que son incapaces de ver la realidad de las personas, independientemente de su tendencia sexual. A nadie le importa con quién uno tenga relaciones -y mucho menos a quienes se escudan en una determinada creencia religiosa o ideología política- siempre y cuando no se cometa ningún delito.
Además, si por escribir esta columna y declarar que me gusta ABBA ?ahora mismo estoy escuchando algunas de las canciones de la película, mientras escribo estas líneas- me quieren tachar de algo, dos trabajos tienen, por no decir algo que suena bastante peor y que me reservo, dada la educación que me impartieron.
Volviendo al tema que nos ocupa; es decir, el grupo ABBA y la legión de canciones que marcaron una época, está claro que el tiempo los ha colocado donde se merecen, a pesar de la simplicidad de sus composiciones, tachadas de banales y repetitivas por los sesudos críticos que tan bien se lo pasan diseccionando el trabajo de los demás. Los 370.000.000 de discos vendidos desde su debut en 1972 así lo atestiguan.
ABBA, nombre que surge al unir la primera de las letras de los nombres de sus cuatro componentes -Agnetha Fältskog, Björn Ulvaeus, Benny Anderson y Anni-Frid Lyngstad (Frida)-, nació en 1972 en Suecia.
Agnetha Fältskog debutó muy joven en el mundo de la música y, con tan sólo 17 años, logró su primer número uno en su país natal. Su talento como cantante y compositora la convirtieron en una de las promesas musicales de su país en aquellos años. Entre otros trabajos, Fältskog interpretó el papel de María Magdalena en la versión sueca del musical Jesucristo Superstar.
En 1968, Fältskog coincidió con Anni-Frid Lyngstad en un especial de televisión. Anni-Frid Lyngstad, nacida en Noruega, también comenzó muy joven a cantar y a realizar giras con su banda Anni-Frid Four. Un año antes de encontrarse con sus futuros compañeros en el grupo ABBA, Lyngstad ganó un concurso para jóvenes talentos, cuyo primer premio era, precisamente, actuar en vivo en el programa de televisión más famoso de Suecia.
En aquel especial de televisión, Lyngstad y Fältskog coincidieron con otro joven compositor y cantante sueco llamado Björn Ulvaeus.
Al igual que en el caso de sus dos futuras compañeras, Ulvaeus había debutado muy joven en el panorama musical, tanto formando parte de un grupo como en solitario. Ulvaeus ya había logrado varios éxitos en solitario, en especial con canciones compuestas en inglés, antes de asistir al mencionado especial de televisión. Aquel encuentro supuso, también, el comienzo de la relación sentimental entre Fältskog y Ulvaeus.
El último en llegar fue Benny Anderson, precoz en el panorama musical como sus compañeros. Anderson, además de trabajar en su carrera musical, llevaba un tiempo intentando que una de sus composiciones fuera seleccionada para representar a Suecia en el festival de Eurovisión. Y fue, precisamente, en el concurso convocada para tal efecto, en 1969, donde conocería a su futura esposa, Anni-Frid Lyngstad.
Un año después, Björn Ulvaeus y Benny Anderson lanzaron juntos al mercado su primer álbum, llamado Lycka ?Felicidad, en sueco-, el cual contó con las voces de Agnetha y Frida. Ese mismo año, ya con sus respectivas parejas -y mientras disfrutaban de una vacaciones en Chipre-, ABBA actuó por primera vez. No se trató de una actuación propiamente dicha, sino de un improvisado concierto ante las tropas de las Naciones Unidas estacionadas en la isla.
Aquello fue el principio de una aventura musical que nada más salir Lycka al mercado, pero cuyo punto de inflexión llegó en abril de 1974, en la edición número 19 del festival de Eurovisión, celebrado en la ciudad británica de Brighton. El grupo formado por Agnetha, Björn, Benny y Anni-Fri ganaba la competición con la canción Waterloo, interpretada en inglés, y con un look que daría la vuelta al mundo por lo colorido y espectacular. La canción, sencilla, divertida y muy pegadiza se convirtió en un éxito en todo el mundo, en especial en los países de habla inglesa.
Waterloo significó el pistoletazo de salida para una carrera que duró diez años, la cual dio como resultado ocho álbumes ?más uno en directo- y nueve recopilatorios en total. Los últimos años del grupo estuvieron marcados por las sendas separaciones matrimoniales de ambas parejas, lo que propició dos de sus mejores canciones ?The winner takes it all, y One of us- número uno y tres, respectivamente, en la exigente lista de éxitos británica.
Tras esto, ABBA, cuyos componentes nunca se han separado oficialmente, emprendieron carreras en solitario, aunque su música nunca ha desaparecido de la banda sonora de la cultura popular de finales del siglo XX y principios. En 1983 la televisión francesa TF1 produjo un musical basado en cuentos de hadas clásicos ?Cenicienta, Blanca Nieves, Pinocho?- el cual estaba acompañado por 14 canciones del grupo sueco.
En la década de los ochenta y los noventa se sucedieron las nuevas versiones de grandes éxitos de ABBA ?por cantantes de la talla de Sinéad O'Connor, Tanita Tikaram, Dionne Warwick y Peter Cetera, entre otros- así como las bandas sonoras de películas como La boda de Muriel, las cuales incluían canciones del grupo. Todo ello ayudó a mantener vivo el legado del grupo hasta el año 1999, momento en el que se estrenaba el musical Mamma Mia.
El mencionado musical está basado en la película de 1968, protagonizada por Gina Lollobrigida, Buona sera Mrs Campbell. La película gira alrededor de una joven de la Italia ocupada por las tropas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial, la cual queda embarazada tras tener relaciones con tres hombres diferentes. Al no saber quién es el padre, convence a cada uno para que se hagan cargo de su hija, aún cuando los tres abandonan el lugar. Veinte años después, los tres regresan para celebrar las dos décadas de la liberación del lugar y con todo su interés puesto en conocer a su hija, con los equívocos que ello producirá.
En el caso del musical Mamma Mia, la acción se traslada hasta una isla del mar Egeo donde Donna vive con su hija Sophie, la cual está a punto de casarse con su novio, Sky. Desde siempre Sophie ha tenido el sueño de que su padre la acompañe al altar, pero su madre no está muy por la labor.
Al final, Sophie encuentra un diario de su madre, en el que cuenta sus aventuras con tres hombres llamados Sam, Harry y Bill. Sin pensárselo dos veces, Sophie decide mandarles una carta a los tres, deseando que alguno de ellos sea su padre y que su sueño se cumpla.
Lo que no estaba en los planes de Sophie es que los tres aceptaran la invitación, la cual estaba hecha a espaldas de Donna.
El libreto de la obra, escrito por Catherine Johnson, incorpora un total de 25 canciones, las cuales suelen responder a un determinado momento de la trama. Tras su debut, el musical se convirtió en un todo un suceso, representándose tanto en Europa, España incluida, como en los Estados Unidos.
Ahora, como suele ser habitual en estos casos, Mamma Mia llega hasta las pantallas con un reparto compuesto por actores tan conocidos como Pierce Brosnan, Meryl Streep, Colin Firth, Stellan Skarsgård, Julie Walters y Amanda Seyfried.
Su presentación oficial tuvo lugar el cuatro de julio del presente año, en la ciudad de Estocolmo. A dicha presentación acudieron los miembros del reparto así como los cuatro componentes del grupo ABBA, en su segunda aparición en público desde 1986.
La película mantiene el espíritu desenfadado y festivo del musical original, aunque hay momentos en los que la comedia deja paso a los recuerdos y los sueños que se dejaron atrás, dos décadas antes. Lo mejor de todo es ver a actores como Pierce Brosnan cantando a dúo con una Meryl Streep que da la réplica perfecta al papel de Donna, la madre que está a punto de ver como su única hija está a punto de casarse. Actores de la talla de Colin Firth, Julie Walters, el sueco Stellan Skarsgård ?criado con la música de ABBA- y la joven Amanda Seyfried, tampoco se quedan atrás demostrando que, además de actuar, también saben cantar.
Mamma Mia es una película que se disfruta tanto si te gusta ABBA como si no y que plantea temas como la paternidad, las segundas oportunidades que da la vida, o el matrimonio, al ritmo de algunas de esas canciones que forman parte de la banda sonora de nuestra sociedad, aunque a muchos les moleste.
El resto es cuestión de cada uno, pero les aseguro que sin prejuicios trasnochados se disfruta muchísimo más.
Eduardo Serradilla Sanchis
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