A Manolo Lama

Una vez más, se habla de ti, no por tu labor como informador deportivo, sino por incidentes que nada tienen que ver con tu profesión. Esta vez no ha sido porque alguien deseara tu muerte, por palizas propinadas por ultras o por entrevistas nada apropiadas, como en otras ocasiones.

Esta vez es por la maravillosa idea que tuviste de demostrar la solidaridad de los españoles en directo, animando a unos aficionados del Atlético de Madrid a que le echaran pasta (como tú dices) a un hombre que estaba pidiendo en un puente, que no habla nuestro idioma y que no creo que tuviera intención de ser tu colega como lo llamaste en varias ocasiones.

Se me acaba de ocurrir una idea solidaria a mí también, a ver qué te parece. Vamos a decirle a los seguidores de tu programa que te envíen manuales de educación y diccionarios con palabras como respeto, decencia y profesionalidad subrayadas. Como has demostrado que ignoras completamente estos términos quiero que la gente se solidarice contigo y te ayude a conocerlos.

Una vez más, te dejaste llevar por ese circo que te gusta tanto, ese espectáculo en el que han convertido al espacio dedicado a la información deportiva tú y tus compañeros, a los que tú ocurrencia les pareció muy divertida.

Con tu idea solidaria me hiciste recordar al típico abusón de clase. Ese que aprovecha cualquier ocasión para mofarse del más débil sólo para sentirse mejor y que sus compañeros le rían las gracias. La diferencia entre ese abusón y tú es que él tiene toda la vida por delante para darse cuenta de sus errores, y tú ya no.

Creo que 39 segundos de disculpas insinceras y descafeinadas no son suficientes. Ni las tuyas ni las de tu cadena. Disculpas, que por cierto, han acumulado más de 900 comentarios de espectadores indignados por tu ocurrencia solidaria.

Como la empresa en la que trabajas no tomará medidas tras esta equivocación lo más probable es que en poco tiempo vuelvas a protagonizar algún otro incidente de muy mal gusto. Pero haznos un favor, no quieras demostrarnos nada. Y mi parte del beso que mandaste a las personas que pudieron sentirse ofendidas por tu comportamiento, te lo puedes quedar.