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Nyumbani: la energía solar se mueve en Kenia

El proyecto de la ONG Nyumbani . Voluntarios imparten clases en la aldea

Thalía Rodríguez

Las Palmas de Gran Canaria —

Mientras los dirigentes españoles se empeñan en dar la espalda o sacar tajada de las energías renovables (trama eólica incluida) el continente africano ha decidido dar pasos al frente y sacar el máximo rendimiento de sus recursos naturales.

Que el desarrollo de África podría pasar por las energías renovables es algo que cada vez más dirigentes, empresarios y ONG tienen claro. Hoy en día, varios países del continente vecino producen a pequeña escala energía eólica, fotovoltaica y geotérmica. Una aldea de Kenia de apenas milcien habitantes apuesta por un futuro mejor gracias a las energías renovables.

La aldea

La aldea de Nyumbani (hogar en swahili) es uno de los cuatro proyectos de la ONG keniata que lleva el mismo nombre.

Nyumbani Village es una aldea orfanato situada a un par de horas de Nairobi, la capital y mayor ciudad de Kenia. En ella conviven cerca de mil niños y cien ancianas. Según explica la ONG, la aldea pretende paliar la pérdida generacional causada por el SIDA en la zona creando una nueva unidad familiar estructurada de forma que cada abuela se ocupa de criar a diez niños.

Los habitantes de Nyumbani cuentan con educación primaria, secundaria y también un politécnico donde dan formación profesional, incluyendo metalurgia, carpintería, costura y construcción, además de un centro de salud, una unidad administrativa de policía, una casa de invitados, campos de juego, un huerto común y una red de caminos y carreteras.

Este proyecto de la ONG Nyumbani busca cumplir tres objetivos: ser una comunidad sostenible y autogestionada, reducir la pobreza en la zona y ser respetuoso con el medio ambiente.

Proyecto Solar Seed

Kenia cuenta con unas condiciones excepcionales para el desarrollo de la energía fotovoltaica, por ello, la ONG Nyumbani ha decidido apostar por la formación en esta materia a través del proyecto Solar Seed.

El escenario es el centro politécnico de la aldea. Allí, un grupo de voluntarios llegados desde diferentes puntos de todo el mundo se reúnen para formar en energía solar a algunos habitantes que luego se encargarán de impartir clases a comienzos de 2016.

Según explica la ONG en su web, las premisas de este proyecto consisten en la preparación de contenidos adecuados para confeccionar el programa de la especialidad de energía solar en el politécnico de la aldea de Nyumbani, la formación del profesorado para impartir la especialidad de energía solar en el centro y un laboratorio de ensayos para pruebas de los alumnos en esta materia.

Un canario en Nyumbani

El grancanario José Antonio Muñoz, ingeniero solar, es el único europeo que forma parte de esta red de voluntarios en la aldea de Nyumbani. Su labor, como la del resto de personas que han viajado hasta allí, consiste en formar a cuatro futuros profesores en energía solar fotovoltaica.

El curso está diseñado para que dure cerca de seis meses, a razón de seis horas al día durante unas 24 semanas. Aunque el viaje de este canario comenzó dos semanas antes, que dedicó a la preparación del material y el aula, y por supuesto, a acostumbrarse al ritmo de vida de la aldea.

Muñoz cuenta que tiene un grupo de alumnos de lo más variopinto, “tienen distinto bagaje profesional o académico, lo que hace que formen un grupo que se complementa muy bien. Hay desde un chaval muy joven de 23 años que está en mitad de su diplomatura en ingeniería eléctrica, hasta un padre de familia de 44 años que acaba de terminar bachillerato pero que ha trabajado muchos años de electricista, pasando por un diplomado en electricidad y otra persona que está a mitad de un ciclo formativo en electricidad”.

Para ellos la asistencia a este curso es una oportunidad pero a la vez les requiere un gran esfuerzo, dos de ellos han dejado temporalmente sus estudios para poder asistir y planean retomarlos el año que viene, otros tienen que trabajar por las tardes después del curso. “Sin embargo todos son conscientes de la importancia de la educción para mejorar su comunidad. Aquí la educación se valora mucho, bastante más de lo que lo hacemos nosotros allí”, explica Muñoz.

La batalla diaria por resolver problemas comunes asombra y al mismo tiempo motiva a este ingeniero grancanario, “espero aprender de ellos, tanto en lo profesional como en lo personal. Aquí hay muchos menos recursos y eso agudiza el ingenio, sorprende ver las soluciones a las que se llega para resolver problemas del día a día o que tengan que ver con la ingeniería, nada de manuales de ingenieros teóricos, hay lo que hay y con eso hay que tirar, obviamente hasta un límite. Y lo mismo desde el punto de vista personal, son distintas formas de ver la vida, distintas culturas, y eso enriquece”.

Confiesa que, aunque lleva apenas unas semanas en la aldea de Nyumbani, está teniendo algunas dificultades para que sus alumnos participen más en clase, “prestan atención como el que más, no se distraen ni un minuto, pero les cuesta participar más de lo que yo esperaba, pero bueno, eso por ahora lo estoy consiguiendo haciendo que ellos repitan la misma clase una vez yo la he dado”.

Además de la formación, Muñoz trabaja en la acreditación del curso por parte del ministerio de educación de Kenia, que debe estar lista para que el curso comience a impartirse oficialmente en enero de 2016, que es cuando comienza el próximo año académico en el país africano.

La diáspora científica española

Al ser cuestionado por el panorama en el sector de las energías renovables en España Muñoz no se corta, “tenemos unas condiciones ambientales buenísimas. Tenemos una cantidad de profesionales con formación y experiencia en energía solar que ya quisiera cualquier otro país, España exporta profesionales en energía solar, yo he trabajado en proyectos solares en Honduras, Jordania, Inglaterra, Sudáfrica etc., y en todos ellos, en todos me he encontrado con españoles trabajando en esos proyectos. De hecho en uno de mis últimos trabajos antes de venirme para acá, en una visita a obra a una planta de energía solar fotovoltaica en Gales, la constructora, la promotora y el asesor técnico, cinco personas en total, ¡Todas españolas! Eso sí, todas trabajando fuera de España”.

Afirma que ya no hay duda de que las energías renovables son necesarias, “todos los países caminan en esa dirección, porque además son más económicas, y cada vez lo serán más puesto que los precios de los combustibles fósiles seguirán subiendo mientras que el sol no, aunque los impuestos sobre él pueden hacerlo”.

Para este ingeniero canario no hay discusión posible. España se encuentra a la cola en el desarrollo de energías renovables a causa de decisiones de conveniencia política. “Las energías renovables nos dan autonomía, independencia al ciudadano, si instalo módulos de energía solar fotovoltaica en mi casa ya no dependo de Unelco, Endesa o la corporación de turno, y eso parece que no está bien visto. Eso es el único motivo que veo para que el autoconsumo o balance neto se haya regulado como se ha hecho, con esas tasas y esos peajes abusivos, que hacen completamente inviable que los ciudadanos se autoabastezcan y por consiguiente nos obligan a seguir pagándole a las corporaciones energéticas. Sí, instala los módulos de energía solar fotovoltaica si quieres, pero aun así vas a seguir pagando a Unelco”.

Al hablar del desarrollo de energías renovables en Kenia, el discurso cambia, “lo mejor es que aquí nadie lo duda, estamos hablando de una zona muy remota y rural, sin embargo todo el mundo lo tiene claro; energía solar. No dicen que sea el futuro, para ellos es lo mejor y lo que necesitan. De hecho el primer tema del curso es sobre la energía en general, las distintas fuentes de energía, sus principales características, y queda muy claro que la energía solar fotovoltaica en este tipo de áreas, rurales, remotas (donde la red eléctrica no llega) y donde el sol no falla más de diez días al año, la energía solar es la mejor opción tecnológicamente, socialmente, medioambientalmente, pero también la más económica”.

Una vez termine el curso, si su visado se lo permite, Muñoz se tomará algunas semanas de vacaciones para conocer mejor el país.

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