La portada de mañana
Acceder
Peinado multiplica los frentes del ‘caso Begoña’ sin lograr avances significativos
El miedo “sobrenatural” a que el cáncer vuelva: “Sientes que no consigues atraparlo”
OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada
Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

El mundo al revés

José A. Alemán / José A. Alemán

0

Más o menos, qué quieren, entendí las posturas de unos y de otros y estaba yo tan satisfecho de no tener esta vez que romperme la cabeza para encajarlo todo, cuando hete aquí, tíos, que sale el PP a celebrar casi con entusiasmo la movilización-aviso de los sindicatos, con lo que descuajeringó mi composición de lugar.

No me pega porque el PP, ya saben, es un partido de orden y no le va nada el griterío proletario. Aunque es verdad que ya se echó a la calle con los obispos, aquella fue una manifestación seria de las de por Dios y por España y no es igual. Al fin, logré encontrarle cierta lógica ya que echarse a la calle en son de protesta y darse un baño de masas crea hábito. Sin embargo, me volvió a desconcertar el pepero González Pons que comentó en la tele la movida sindical en términos todavía más positivos. Vamos a ver si logro explicarles y me lo explico yo.

Como saben, el PP lleva ni se sabe cuanto con la matraquilla de que el Gobierno actúe contra la crisis. Normal por más que no hayan hecho los peperos una propuesta formal y coherente. Pero sí han picoteado con varias medidas sin las que, a su entender, la economía, sus pompas y sus obras se irían a hacer puñetas.

Y de pronto ocurrió: Zapatero anunció la posible adopción de algunas de esas medidas peperas y los sindicatos se echaron a la calle, aunque sin exigirle aún que les devuelva el rosario de sus madres. Y ¡oh, sorpresa!: saltó González Pons a mostrar su satisfacción por la movilización de los trabajadores en contra lo que su partido venía pidiendo; y marcando distancias respecto a los señorones de la UE, del empresariado y la Banca. El mundo al revés, que se decía en lo antiguo. Es evidente que la bondad de las medidas que quiere el PP es relativa y depende de donde esté Zapatero en cada momento.

Están los peperos tan centrados en el castigo al Gobierno que no miran a los lados y le llevan la contraria a Zapatero así proclame el dogma de la Inmaculada Concepción. Corren el peligro de desautorizar su propio programa económico si se le ocurre al presidente aplicarlo con sus decretazos y todo. Se mueven en terreno resbaloso a riesgo de que si Zapatero se escora a la derecha, bien pudiera arrastrarlos a ellos a la izquierda y convertirse sin darse cuenta en afiliados de CC.OO. La leche.

En otro orden de cosas, debo reconocer y reconozco el peso de Soria entre sus compañeros peninsulares. Recordarán que al menos en dos ocasiones aseguró perder dinero con la política en relación a lo que ganaría en la actividad privada. Todos le manifestamos nuestra disposición a dispensarlo de tamaño sacrificio porque comprendimos la necesidad que tiene de volver a las tareas profesionales para recuperar su hacienda. Pero optó por seguir en política, cosa que dice mucho, lo admito, de su afán de servicio público.

Ahora ha seguido igual senda Francisco Camps, presidente de la Generalitat valenciana, que ha resultado ser mileurista a tenor de su declaración de bienes al Parlamento. O sea, que también ha perdido dinero porque, si no, ya me contarán qué es eso de que sólo figuren en su cuenta corriente, corrientucha más bien, 900 euros, pobrecito. Con razón le regalaban trajes. Pura caridad y nosotros pensando mal. El mundo al revés, ya digo.

Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

Etiquetas
stats