Espacio de opinión de Canarias Ahora
29 de Noviembre de 1947
La exculpación piadosa de desvergüenzas sin límites, de injusticias nunca reparadas, se suele sedar en el almanaque con los llamados “días internacionales de???.”.
Daban la palestinidad por muerta al cabo de un par de décadas una vez establecida la entidad sionista en 1948 (Golda Meir, Ben Gurion?.) y ya ves, van seis décadas, y lejos del olvido está la presencia de la fuerza de la razón vs. el lloriqueo y la explotación miserable del exclusivo y excluyente Holocausto, incansables moscas cojoneras trabajadoras de la conciencia de los anencefálicos y subordinadas al poder del oro negro.
Venden la palestinidad como un expediente de terroristas, -mira tú quién vino a hablar-.
Echemos una pequeña ojeada.
El señor Obama está siendo desafiado por esta entidad sionista explotadora y cuentista del victimismo y se queda el señor presidente de su mismo color, imposible de sacarle alguno que le sea ajeno.
El señor Abbás (ANP) no ha sabido luchar a ganador para exigir los derechos inalienables de los palestinos e incapacitado por su propio curriculum para unas próxima elecciones presidenciales en Palestina.
Los grupos Al-Hamás y Al Fatah son el modelo de la contradicción, ganado a pulso, y cada cual con sus razones pero, en todo caso, subyugando Palestina a los espurios intereses de partidos y representatividades.
Los sionistas pierden del baúl de sus mentiras jirones de patrañas. La globalización pone de manifiesto que en este mundo solo hay un pueblo que quiere aislarse del resto. ¿Qué hay del vergonzante muro que construyen? ¿Por qué no se lo muestran a los mandatarios extranjeros al igual que el Museo del Holocausto?
Aquí nos conocemos todos, no hay nada nuevo, pero es preciso insistir en que si hay una entidad masacradora es aquella, minúscula, intolerante, desafiante, lloriqueante y mocosa, endogámica y teocrática, generadora de inteligencias que obtienen premios Nobel y de enfermedades exclusivas en su linaje.
Es un desprecio a la Humanidad y a la más elemental inteligencia:
1.- apoyarse en una religión para crear un estado sobre una tierra de la que expulsaron por el terror a sus legítimos habitantes,-pendientes siempre éstos del regreso llave en mano-.
2.- ceder soberanía un tercero (Gran Bretaña) a una incipiente sociedad de naciones para que decida la partición de una tierra sobre la que no tiene título dominical alguno y
3.- ampararse en la mentira permanente de un deseo de paz inexistente y contraria al soporte de su propia estructura existencial. “Lo que nace por la violencia se mantiene por la violencia” (Gandhi).
Se proclama el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino para la ridícula reparación y recuerdo del histórico daño causado, el 29 de noviembre de cada año, haciéndolo coincidir con la desgraciada fecha de 1947 (resolución 181 de la ONU).
No desestima el pueblo palestino la solidaridad de la gente de buena voluntad,- antes al contrario, se aprecia en gran medida-. Lo que se reclama es justicia y este mismo pueblo manifiesta que es su voluntad luchar por su libertad y dignidad, en legítima defensa contra el ladrón y quienes le amparan.
Ciertamente la frustración conduce a la melancolía pero, añado, también al suicidio como método de liberación personal y de viandantes que pasaban por allí.
¿Negociaría usted con el ladrón de su casa y tierras, la violada con el violador? ¿No exigiría justicia, aplicación de la legalidad universalmente aceptada? ¿De qué va el señor Obama?
Lo sabemos todos, aquí se aprietan las tuercas lo justo para mantener la situación actual.
Por lo que a mí concierne este 29 de noviembre debe servir, no para recordar nuestro sufrimiento, sino para empuñar nuestra capacidad de resistir y conquistar lo que en Justicia procede. Y clamar a las puertas del cielo porque las de este planeta están completamente cerradas. Sabemos quienes son sus encarnizados guardianes y a éstos solo le plantan cara quienes tienen piedras para pelear o armas nucleares con las que anunciar que ya está bien de chulerías.
Seguiremos en pie, somos víctimas culpabilizadas, enmarcados en expedientes de expulsión de nuestra tierra y convertidos en asuntos de terrorismo. La historia como los relojes, va de un extremo a otro.
Aún no ha llegado el momento de centrar su penduleante movimiento pero puede que quede comprometido con la eclosión de terceros países, dada la ineptitud demostrada de la administración de los Estados Unidos de Norteamérica, la triste Europa, la ONU, el cuarteto, el sexteto y el Faisán de los mongoles.
Regresen los judíos a sus hogares dos veces milenarios y dejan vacuas, expeditas y libres las casas y tierras robadas a sus legítimos dueños en Palestina. No aprenden de su propia historia y nos la recuerdan para enjaularse en la cárcel de sus odios, incapaces de abandonar la exclusividad de “pueblo elegido”. ¿Es por ello que se levanta el muro vergonzante, para no mezclarse con los gentiles, cristianos y musulmanes?
¿Nos felicitamos por la caída del muro de Berlín?
Los palestinos no enviamos a nadie a ser gaseados por los nazis.
Los cacareados días internacionales son el escondite de las propias culpas de la silente e impúdica comunidad internacional.
* Ex Presidente y Cofundador de la Comunidad Palestina en Canarias
Carlos Juma*
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