Espacio de opinión de Canarias Ahora
Realidades alternativas
Sobre el papel la idea suena bien, pero en la práctica es un recurso que termina por complicar las tramas hasta el absurdo, dado que se piensa que en dichas realidades alternativas vale todo.
La consecuencia directa es que, al final, uno se puede encontrar tres versiones distintas del mismo personaje, con distintas edades y en distintas realidades. Y si sólo ocurriera con un personaje no habría problema, pero si la práctica se extiende a decenas de personajes el galimatías resultante termina por ser imposible de entender.
Por ello, suele ser otra práctica habitual que, de tiempo en tiempo, las editoriales recurran a soluciones del tipo Crisis en las Tierras Infinitas para tratar de poner orden entre tanto despropósito. La solución funciona sólo a medias, dado que, al mes siguiente, siempre llega un guionista dispuesto a volver a enredar de nuevo la madeja.
Como podrán comprender, la importancia de todo esto se ciñe al mercado editorial y, en particular, al mundo del noveno arte, y su repercusión en nada altera la vida normal de los habitantes del planeta.
El problema viene cuando uno detecta que quienes le rodean viven en alguno de los mencionados “mundos alternativos” que nada tienen que ver con la realidad cotidiana.
Por ejemplo; imaginen que nuestro planeta es el número 616, en un enorme complejo de realidades alternativas, cada una con sus propias características.
Después está la tierra 2149, dominada por las versiones zombis de aquellos que se resisten a aceptar cualquier tipo de cambio, por necesario que éste sea para el buen funcionamiento de la sociedad. Es un lugar donde lo que importa es reconstruir un mundo viejo, caduco y podrido, antes que cambiar una coma de un discurso que suena a hueco desde hace demasiado tiempo. Poco importa los mensajes contradictorios que se envían, ni el daño que éstos pudieran hacer. Lo único que importa es perpetuarse en el escalafón social en el que se vive, y sin reparar en gastos para lograrlo.
Otra tierra alternativa es la 982, refugio de quienes sólo ven una sociedad que les conviene, les alaba y les rinde pleitesía. Es la sociedad en la que viven muchos de los cargos políticos que han olvidado, tiempo atrás, cuál es su cometido dentro del engranaje de una sociedad democrática. Son los mismos que disfrazan la realidad y la hacen parecer una dama altanera cuando sólo es una escoba vestida con unos harapos.
Son los mismos que dilapidan los dineros en autobombo, en comprar voluntades, en mantener a parásitos en el organigrama oficialista, o en favorecer a sus amigos más directos. Son los mismos que manipulan los medios de comunicación, ya sea por el pago de cuantiosas aportaciones en publicidad institucional, o por el camino de la simple y pura amenaza de reyerta barriobajera. Y son los mismos que no dudan en insultar a los colectivos que les recuerdan que su mundo ideal sólo existe en sus mentes y que el resto de los mortales ve las cosas desde una óptica bien distinta.
La tierra 2992, aquella en la que muchos de los integrantes de la sociedad viven una vida prestada, hipoteca más bien, está pensada solamente para acallar el tan manido “qué dirán” de la portera del edificio. Son todos aquellos que han descubierto que no tiene ninguna gracia bromear con que, si ellos no pueden pagar la hipoteca que han subscrito ?para pagarse una casa muy por encima de sus posibilidades- serán sus hijos quienes deban hacerse cargo de ella. Son todos aquellos que se han dado cuenta de que viven en un lugar que no les acaba de convencer y que la razón de acabar con sus huesos allí hay que buscarla en presiones familiares y/o sociales, antes que en una verdadera necesidad.
Son todos aquellos que se han dado cuenta de que un banco no da nada por nada y que ahora llega la hora de pagar los excesos cometidos durante los años de euforia.
Y son todos aquellos a quienes la crisis representa una vuelta a una realidad de la que huyeron para refugiarse en un mundo ideal que sólo existía en los folletos de las inmobiliarias y en la publicidad de las entidades bancarias.
El listado de tierras alternativas de Marvel Comics llega hasta el número 6000, casi tantas como las versiones de grupos sociales o ideológicos que se pueden encontrar en nuestra comunidad, en especial, en los últimos tiempos. Y esto es cada vez más palpable entre las distintas fuerzas políticas, las cuales parece que viven aisladas en su “tierra particular” sin contacto con el mundo real.
De otra forma no se explica el ya largo listado de comportamientos que, cada día, sacuden la realidad cotidiana de unos ciudadanos que están igual de indefensos ante la arbitrariedad de muchas de las decisiones que se toman, como pudieran estar un grupo de hormigas ante un tsunami.
Hemos llegado a un punto donde el esperpento de Valle Inclán se ha convertido en la tónica general de la vida cotidiana, y lo peor es que nos estamos acostumbrando a tanta insensatez y falta de buen juicio. Ahora, con una crisis que es una realidad, las soluciones siguen pasando por golpes de efectos, palabras vacías y una nula capacidad de gestión, algo que no ayudará a mejorar el nivel de la sanidad, los servicios sociales o la educación.
Sin embargo, en su tierra ideal, en su paraíso de diseño, nada importa y somos los demás los que debemos admitir nuestro error y dejar de poner la nota discordante en la perfecta sociedad que sólo ellos ven.
Bueno, será cuestión de ir a una agencia de viajes y comprar un billete para poder conocer esa tierra perfecta en la que muchos de nuestros cargos electos viven. Peor que aquí, no nos podrá ir.
Eduardo Serradilla Sanchis
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