Espacio de opinión de Canarias Ahora
Recuperación económica: requiere cambios
La situación de nuestro país a partir de las próximas elecciones generales será muy delicada, ya que las tasas de crecimiento económico serán insuficientes para crear condiciones de empleo necesarias que alivien la tremenda tasa de paro. El paro estructural que presiona a la población joven y aquellos otros desempleados de larga duración, procedentes del caos ocasionado por el sector ladrillo, producto de las actuaciones de desaprensivos y especuladores, no tienen un futuro fácil con un gobierno monocolor.
El futuro político del país y la situación económica condicionarán esa bajada de la tasa de paro. Pero ese futuro en la política, bajo mi modesta opinión, va depender, entre otros factores, de los resultados electorales y de la composición del futuro gobierno. Las mayorías absolutas nos van a perjudicar, mientras las responsabilidades de gobierno compartidas entre varios partidos fuertes nos beneficiarían a salir antes de la crisis. Seguramente, los partidos grandes dirán que los partidos nacionalistas no suelen asumir responsabilidades de Estado y que los nacionalistas catalanes se moverán en otra dinámica, la de la independencia, o más autonomía y perras para ese territorio. Todo es posible, nada es negable, pero sí valorable. La evidencia diaria parece decir que hace falta un gobierno fuerte y que no lo maneje un solo partido. En los años que llevamos de democracia ha habido gobiernos en minorías y en mayorías absolutas de los dos principales partidos PP y PSOE, pero nunca, se ha dado un gobierno de coalición.
Quizás hasta el momento nuestra democracia no ha sido capaz de aceptar un gobierno PP/PSOE. Un gobierno fuerte apoyado por más de un partido, por dos o por tres. Nos beneficiaria. Habría más responsabilidad política y compromiso. No podemos limitarnos a que los partidos se pongan de acuerdo para el reparto de poder, en los casos del Defensor del Pueblo, el Tribunal de Cuentas y el Tribunal Constitucional. No nos vale ese reparto de poder y que el que disponga de la mayoría haga de su capa un sayo.
No se está defendiendo que la solución a nuestros males económicos dependa exclusivamente del futuro gobierno en minoría o de coalición, pero el enfermo podría mejorar esa responsabilidad y compromiso de un gobierno fuerte integrado por varios partidos, le daría confianza al país, ilusión y ganas de salir de la que está cayendo, con mayor capacidad de diálogo y consenso, dentro y fuera del gobierno. Habría un mayor sentido de unidad nacional frente a la política europea. Sería más fácil la adopción de decisiones nacionales en interior del país, se alcanzarían mejores acuerdos con comunidades autónomas, corporaciones locales, sindicatos y estructuras empresariales, etcétera, etcétera. Es cuestión de que se piense y medite, aunque posiblemente un sector de la sociedad lo tenga claro.
Desde el Archipiélago, con la distancia existente a los centros de poder en Madrid, nos interesa un Gobierno de Canarias fuerte, colaborador y negociador con el Estado, pero en modo alguno sumiso al Estado central. Pero entre nosotros deberíamos defender criterios de equilibrio y unidad entre las islas. La vieja política “tu isla tiene más prebendas que la mía” seguramente es un error. Sin unidad siempre será más de lo mismo. Sería el reparto de la miseria cuando debería buscarse el reparto de la opulencia.
Ejecutar una política equilibrada entre las islas nadie dice que sea fácil. Pero nosotros no votamos a nuestros representantes políticos para que tengan una vida cómoda. Si no quieren o no saben que den paso a otras personas. Que no se apoltronen en las sillas del poder a vegetar o hacer negocios con los amiguetes. Buscar ese equilibrio entre islas, con recursos escasos y en épocas de crisis, requiere sentido común, dedicación plena y nivel de preparación y ello está al alcance de unos pocos, pero con cierta frecuencia observamos en la toma de decisiones, poco sentido común, escasa dedicación y nulo nivel de preparación. A Canarias, en mi modesta opinión, tampoco le interesa en estos momentos un gobierno monocolor. Nuestra ley electoral nos ayuda en ese sentido.
Canarias al tener una economía abierta, la mejoría de la situación en el resto del mundo, y concretamente en Europa, nos permitirá salir de esta crisis antes que al resto del territorio peninsular. Pero la tasa de paro estructural en Canarias, entre los jóvenes y entre los parados de larga duración procedentes del caos de la construcción, hace muy difícil la búsqueda de soluciones a corto y medio plazo. De ahí de la necesidad imperiosa de contar entre nuestros dirigentes en las islas con personas de alta preparación, sentido común y un elevado compromiso de dedicación. Es esencial encontrar un equipo con alto nivel profesional, sentido de equilibrio y unidad entre las islas. Remar entre todos en un mismo sentido debe ayudarnos a superar los momentos difíciles. Esas personas comprometidas con nuestras islas deberán poner esa pica en Flandes, ilusionando a la sociedad, haciéndonos ver que tienen soluciones para Canarias, convenciéndonos que podemos confiar plenamente en ellos. Ese sería el inicio del camino de nuestra recuperación, confiando en la mejora de la economía europea y que las decisiones que se acuerden a nivel nacional sean para el bien de las islas y no para hundirnos aún más.
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