Espacio de opinión de Canarias Ahora
Rising con Supernatural Spain Convention (I)
Una vez regresé a casa, después del festival, me puse en contacto con la empresa KLZ Events, responsable de la organización del evento, solicitando información y los requerimientos necesarios para obtener una acreditación de prensa. Al día siguiente, recibí un e-mail de sus responsables, dos jóvenes emprendedoras, las cuales habían decidido cambiar su papel- de aficionadas de la serie Supernatural a organizadoras de eventos- por uno mucho más activo, aceptando con ello, el reto que siempre supone organizar cualquier tipo de acto.
Tras ese primer contacto, y después de conocer algo más sobre las motivaciones organizativas de Adela Ródenas y Marina Vilas, cuerpo y corazón de KLZ Events, coloqué la web oficial del evento en la sección de “favoritos” de mi ordenador y traté de mantenerme al día sobre las noticias que se iban sucediendo. De esa manera pude comprobar cómo, a medida que pasaban los meses, cada vez eran más los actores principales que se sumaban al evento así como otros elementos de interés.
Al final, la Rising Con Supernatural Spain Convention 2010 iba a reunir a Jensen Ackles (Dean Winchester); Jared Padalecki (Sam Winchester); James “Jim” Beaver (Bobby); Misha Collins (Castiel); y Samantha Ferris (Ellen), además del Chevrolet Impala de 1967, emblemática “cabalgadura” de los hermanos Winchester, todos en un mismo lugar. Con semejante cartel, no era difícil pronosticar el éxito de público que luego cosechara el encuentro.
Los meses pasaron y, casi sin querer, llegó el día de hacer la bolsa, coger un avión y desplazarse hasta la ciudad condal para asistir al encuentro con un más que nutrido grupo de fans de la serie televisiva protagonizada por los hermanos Winchester.
Y si bien mi calendario profesional me remitía a primera hora del sábado doce de junio -momento en el que debería recoger mi acreditación de prensa así como el resto del material- decidí visitar la sede oficial del evento un día antes y así familiarizarme con el entorno. Una vez allí, justo cuando se estaban entregando las entradas a los asistentes, pude comprobar que fue todo un acierto elegir el hotel Barceló Sants para desarrollar allí todos los actos.
Muy bien comunicado, no en vano el edificio descansa sobre una de las estaciones ferroviarias más importantes de España y mejor dispuesto para dar cabida a todos y cada uno de los actos programados, el hotel Barceló Sants y sus instalaciones demostraron ser las más idóneas para que todos los asistentes pudiéramos disfrutar durante los dos días que duró el encuentro. Ese mismo día y la mañana del sábado pude hablar con algunos de los responsables del establecimiento y me comentaron que para ellos, un evento como la Rising Como no dejaba de ser una novedad, pero que, visto lo visto, la experiencia estaba resultando del agrado de todos.
La verdad es que, salvo para aquellos que hemos viajado a otras partes del planeta para cubrir eventos de estas características, la Rising Con supone toda una novedad en nuestro país y permite a los aficionados españoles disfrutar de este tipo de encuentros, sin tener que viajar fuera de nuestras fronteras.
También me sorprendió, tanto el viernes como los dos días siguientes, el buen comportamiento, extremadamente correcto diría yo, de los asistentes, chicas adolescentes en su mayoría. Se tiene el prejuicio, muy generalizado y amplificado por los medios, el cual considera que un evento de estas características es sinónimo de adolescentes histéricas, llorosas y a punto del desmayo, cuando no empeñadas en apropiarse de la ropa interior de los invitados. La realidad, mal que le pese a los detractores de este tipo de reuniones, no pudo ser más opuesta y, salvo algún que otro grito cuando alguno de los actores aparecía por el pasillo para atender a cualquiera de sus requerimientos contractuales, el ambiente no pudo estar más relajado.
Tampoco quiero decir que quienes pagaron por su entrada se sentaran en su butaca y dejaran pasar el tiempo, nada más lejos de la realidad. Sólo quiero dejar constancia de que la Rising Con no fue un encuentro de adolescentes descerebradas, sino una reunión de personas que disfrutaban con las aventuras de unos personajes televisivos en su afán por librar al mundo del mal.
Al final, la actitud general de los asistentes fue el mejor revulsivo para evitar que los encuentros programados con los actores invitados, o desembocaran en “lugares comunes” o en “frases tópicas y manidas”. Más bien ocurrió todo lo contrario y así lo expresaron todos y cada uno de los actores, “atrapados” por preguntas que les hacían tener que pensar, primero, y luego desarrollar elaboradas respuestas, muy alejadas de los monosílabos.
La verdad es que, en muchas ocasiones, deseé que algunas de las personas que se levantaban y formulaban sus preguntas acudieran también, como parte de la prensa especializada, a otros eventos que también cubro. Si lo hicieran, a buen seguro me libraría de la sensación de vergüenza ajena que me invade cuando estoy en ruedas de prensa y tengo que soportar las majaderías que “supuestos” profesionales acreditados preguntan a los entrevistados. Puedo decir que esa sensación, salvo en alguna ocasión ?y que no tuvo que ver con ninguna de las preguntas- no me invadió durante los dos días que duró el encuentro.
Después viene la inmejorable actitud desplegada por los cinco invitados, así como la de los dos actores de doblaje de la serie en castellano, Claudio Serrano (Dean) y David Robles (Sam) quienes con su buena disposición y total entrega alegraron el evento de principio a fin.
Serrano y Robles ejercieron de inmejorables maestros de ceremonia, tanto a la hora de presentar a los actores como indicando todos y cada uno de los actos que se celebraban, a la misma vez que los actores desplegaban sus encantos en el escenario. Un escenario, todo sea dicho, el cual con unos pocos elementos ?dos pequeñas vallas de seguridad, iguales a las que jalonan las carreteras de cualquier país del mundo, un par de troncos secos, dos neumáticos y un pequeño tramo de carretera- resumía buena parte del espíritu de la serie televisiva.
Si nos ceñimos a la intervención de cada uno de los actores, hubo para todos los gustos y paladares. Los encargados de abrir el encuentro, después de disfrutar con un montaje video gráfico que nos puso en situación, fueron Jensen (Ross) Ackles y Jared (Tristan) Padalecki, los hermanos Dean y Sam Winchester. Ambos actores, los más buscados por las cámaras de las aficionadas y por sus preguntas ?en todas y cada una de sus intervenciones-demostraron la buena química que existe entre ellos después de 125 episodios y con una nueva temporada, la sexta, en pleno rodaje. Lo curioso fue comprobar cómo en la vida real Jensen Ackles se asemeja mucho más al carácter de su televisivo hermano Sam y, por el contrario, Jared Padalecki tiene, en su vida real, más que ver con Dean Winchester que con el papel que desarrolla en la serie.
Ackles, luciendo una barba que le daba un aspecto mucho más maduro y casi diría que reflexivo, cautivó a los asistentes con una forma de hablar muy reposada, agradable y con un carácter a ratos tímido y a ratos desenfado. De ahí que, sin necesidad de que nadie se lo dijera, no dudó en enseñar el color de su ropa interior, cuando un momento antes había enseñado su anillo de casado, un gesto que repitió, con cara muy orgullosa, en otras cuatro ocasiones.
El actor, lejos del divismo que tan poco ayuda al mundo del espectáculo, incluso llegó a pedir disculpas por el cansancio que, según él, dejó entrever durante la primera jornada ?producido por el largo viaje desde los Estados Unidos. Sin embargo, para la mayoría de los asistentes, por no decir todos, su actitud fue de total entrega, tanto durante las preguntas como en el resto de los actos programados.
A su lado, Jared Padalecki mostró, en todo momento, cara de estar “encantado consigo mismo y con la situación”. Padalecki, un niño grande en el más amplio sentido de la palabra, aceptó de buen grado el papel de hermano travieso y no paró de bromear con su compañero de reparto, con las asistentes y consigo mismo, en los momentos en los que estaba solo, respondiendo a las preguntas.
Esto no quiere decir que no atendiera sus compromisos ni que respondiera con evasivas a la batería de preguntas a las que fue sometido. Al igual que el resto de sus compañeros, el actor tejano trató de contestar a todas y cada una de las preguntas y no dejar nada en el aire. Lo que ocurre es que la imagen que me viene a la cabeza es la de Padalecki jugando con la silla giratoria en la que estaba sentado, mientras respondía a las preguntas, con cara de “qué bien me lo estoy pasando”.
Ambos actores fueron el contrapunto perfecto para el evento, imprimiendo el ritmo necesario durante los dos días en los que acudimos a los salones del hotel Barceló Sants y se comportaron como unos teloneros de excepción para el resto de sus compañeros de reparto.
Eduardo Serradilla Sanchis
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