Salto de Chira: más allá del coste-beneficio

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El viejo agricultor del artículo del ingeniero Álvaro Artiles, publicado el 20 de septiembre, seguro que sabe distinguir entre lo que conviene no olvidar en el ámbito individual a la hora de comprarse una lavadora, una casa o unos paneles solares y lo que debe tener en cuenta la administración, si es responsable, en cuanto a inversiones en renovables para afrontar la emergencia climática, no para hacer un buen negocio. Porque don Alvaro, las apariencias engañan, convertir cuestiones complejas en simples se presta al engaño.

El viejo agricultor, de ahora en adelante la ciudadanía, ya sabe que el proceso de descarbonización lleva consigo acabar con las centrales térmicas de fuel-oil y sustituirlas por aerogeneradores y placas fotovoltaicas, y que estas fuentes renovables tienen el problema de que dependen de las horas de sol y viento, es decir, que no son constantes, por lo que se requieren infraestructuras de almacenamiento a gran escala, y esto es El Salto de Chira, que almacenará energía en forma de agua.

La decisión de optar por el Salto de Chira, es decir, por las centrales de bombeo reversible no es una decisión aislada del Cabildo de Gran Canaria. le recordamos que hay fundamentos técnicos y estudios previos que la avalan, existe un documento en la web de la Consejería de Transición Ecológica denominado Estrategia de Almacenamiento Energético de Canarias, en el que se describe detalladamente la metodología de cálculo para estimar las necesidades y capacidades de almacenamiento de nuestro archipiélago en la transición energética.

Este tipo de decisiones de la administración van más allá de un simple cálculo de coste-beneficio, pero es que encima no es un mal negocio para Gran Canaria, ni para Canarias, ni para los españoles, ni para el Estado español.

Veamos.

Cuando El Salto de Chira esté funcionando, el Estado y los ciudadanos se ahorrarán 122 millones de euros cada año, que dejarán de transferir a ENDESA, de los alrededor de 800 millones que esta compañía cobra anualmente de las arcas públicas por producir electricidad con fuel-oil en Canarias. Eso se traducirá en un menor gasto en la producción de electricidad, que repercutirá positivamente en la factura de la luz. Conviene recordar que el precio de la luz es el mismo en todo el Estado, para bien de los canarios por cierto, pues si tuviéramos que pagar la luz en función de los costes, aquí resultaría mucho más cara, entre otras cosas, por los famosos 800 millones de los que hablábamos antes.

No es necesario ser especialista, sólo lector atento de la prensa diaria, para saber que los costes de producción de la energía hidroeléctrica una vez amortizadas las instalaciones, son insignificantes, en contraposición al gas o al fuel-oil. Es de las pocas cosas que entiende todo el mundo de todas las informaciones que están saliendo sobre este complicado tema de la factura de la luz

La energía renovable se produce a un coste mínimo, pero no es suficiente con tener una gran potencia instalada de placas solares y aerogeneradores porque no siempre hay sol y viento cuando más energía consumimos. De hecho, los patrones de consumo y generación no coinciden. Por eso, se requiere de instalaciones que permitan almacenar esa energía producida y no consumida para poder utilizar cuando sea necesario. Y lo requiere en grandes cantidades, lo que se traduce en una infraestructura costosa, de la cual la construcción de los dos embalses necesarios es la parte más cara. Pero resulta que en Chira Soria las presas ya las tenemos. Hace 60 años nuestros padres o abuelos, según la edad de cada cual, levantaron estas dos grandes presas, las más grandes de Canarias. La maquinaria de la central y las canalizaciones representarían sólo una pequeña parte de lo que costaría la obra de tener que incluir la creación de los dos embalses. Y una vez, levantadas estas infraestructuras, la producción de energía es barata y limpia ecológicamente.

Por otro lado, la ciudadanía tiene que saber que las obras de el Salto de Chira no las van a financiar ni el Cabildo, ni los grancanarios, ni los canarios, sino que la financiará en primer término REE y en última instancia todos los ciudadanos y el Estado, que verán cómo se abaratan los costes de producción derivados de dejar de producir electricidad con las centrales de fuel-oil y gas-oil. En definitiva, en el futuro se repercutirá positivamente en el precio final de la electricidad. Pero no olvidemos que si bien el Salto de Chira supone una inversión de 450 Millones de euros, ésta ahorrará durante toda la vida útil de la instalación 122 millones anuales de euros, que deja de ingresar el titular de las centrales térmicas de las islas, y también se lo ahorrarán nuestros pulmones, sobre todo el de los vecinos de Jinámar.

En cuanto a las cifras que utiliza, decirle que no son rigurosas, ni son las apropiadas para dar una visión objetiva de qué inversiones conviene o no realizar en cuanto a energías renovables en un escenario de emergencia climática.

El coste por kw instalado no es un dato a tener en cuenta en el debate en que nos encontramos, puede que lo sea para el inversor privado. Una vez instalada la central de bombeo, el coste por Kwh, como ya dijimos, es muy bajo y esta central puede tener una vida útil de hasta 70 años, comparado por ejemplo, con los 10-15 años máximo de las grandes baterías, que además son contaminantes, como usted sabe. El dato significativo en esta cuestión no es el coste por Kw instalado, sino el coste por Kwh producido, es decir, no la potencia sino la energía producida. Esta confusión es imperdonable D. Alvaro.

En cuanto a Gorona del Viento, central de bombeo reversible en la isla del Hierro, decirle que es un proyecto experimental en una isla con poca población y que ha tenido un éxito innegable al haber logrado una espectacular penetración de la energía renovable en 8 años. Además, es importante explicar que la función del Salto de Chira es distinta, ya que su objetivo principal es la garantía del suministro, la seguridad del sistema y la integración de energías renovables no gestionables. Por tanto, una vez en funcionamiento, la central REE no recibirá ninguna retribución por KWh turbinado ni bombeado. 

Para acabar, decirle a toda la ciudadanía de Gran Canaria, que estamos ante la oportunidad de dar un paso decisivo hacia la descarbonización con el Salto de Chira. Para nosotros es un compromiso ético poner todo lo que esté de nuestra parte para ponerle freno a la emergencia climática. Principalmente por esto, defendemos este proyecto.

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