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Sánchez y Casado, entre perdón, guillotina o misa cantada

Emilio Díaz Miranda

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Sin duda, Arnaldo Otegi Mondragón ha sido convertido en una de las figuras polémicas de España. Estuvo de muy joven en ETA político-militar, y fue uno de los que encauzó el final de la violencia de la banda terrorista.

Estamos a unos diez años del final oficial de la lucha armada de ETA. Pero determinados elementos de la Derecha mediática e incluso parlamentaria remueven las cenizas pasadas tratando de reavivar el fuego antiterrorista a nivel publicitario con el propósito no de acabar con el terrorismo, sino de desbancar al actual Gobierno progresista. Así declaman y predican un día sí y otro también que el gobierno es ilegítimo y que lo sostienen golpistas catalanes y terroristas vascos. Que en su momento Aznar y Rajoy se sostuvieron en el sillón gubernativo gracias a los votos de esa derecha que ahora llaman golpista y de un PNV y grupos vascos transformados en terroristas es algo que se olvida deliberadamente. Y en cualquier caso, esos mismos paralizados en el recuerdo del Glorioso Movimiento de Franco se niegan a reconocer que aquel Régimen fue desde sus orígenes practicante del Terrorismo de Estado.

Quizás por haber estudiado Filosofía, Otegi llegó a avalar el pacto con EH-Bildu en Navarra para pasar la presidencia de aquel Gobierno foral a las manos de la socialista María Chivite. Y lo más imperdonable es que sus votos en el Congreso empujaron la moción de censura contra Mariano Rajoy, que cayó al abismo dando paso a la investidura de Sánchez y sus decretos del Estado de Alarma, bajo supuesta promesa de cambiar la reforma laboral dictatorialmente legislada a la trágala por el rajoydo PP y así como de trasladar de los presos etarras a cárceles vascas. Este acto de trasladar a los condenados a un lugar más cercano a sus familias no satisface la sed de venganza de los que al mismo tiempo, tratan de evitar que se abran las fosas de las víctimas franquistas.

Su Declaración del año 2012 pedía «sus más sinceras disculpas» a las víctimas de ETA. Diciendo:«Siento de corazón haber añadido un ápice de dolor, sufrimiento y humillación a las familias de las víctimas».

Estas palabras son calificadas por la Derecha como “un alarde de vergonzante hipocresía”. Y añaden: “Sus mentiras y su tacticismo le suscitaron apoyos de Rodríguez Zapatero, Iglesias, Oriol Junqueras e incluso de su rival en el mundo nacionalista, el PNV, como un hombre clave para la paz en el País Vasco”.

«Otegi es un hombre de paz», diría un día el ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el inicio de las conversaciones negociadoras. Lo cierto fue que Otegi era el hombre clave en la firma del Pacto de Estella que llevó a ETA a declarar una tregua incondicional e indefinidaSe ha escrito que “por aquellos días, se reunía en secreto, en un recóndito caserío de Elgóibar, con el dirigente socialista vasco Jesús Eguiguren para facilitar un proceso de paz que llevase al fin de la barbarie”. Tras tiras y aflojas de por medio, que pusieron en dificultades al Gobierno de Zapatero, Otegui  apareció como una figura decisiva en el año 2011 y durante el largo camino que condujo al anuncio de ETA del cese definitivo de su lucha armada. A partir de ahí, las bombas cesaron y los activistas cercanos a las tesis etarras remodeladas pasaron a una actividad política legal e incesante.

Desde Sortu, Herri Batasuna, Euskal Herritarrok y otras siglas de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi comenzó a tejer un entramado político que culminó en EH-Bildu, un partido de izquierda nacionalista radical con vínculos con el Podemos de Pablo Iglesias y el catalanismo de ERC.

La Derecha popularista no está contenta del éxito que ellos no fueron capaces de conseguir y despotrican desde entonces contra Zapatero y siguen manteniendo la llama del odio político. Buscan y dan cancha a elementos de la derecha psoista, entre ellos muchos socialistas histórico-torcidos como Redondo Terreros y familias de Pagazaurtundúa o Enrique Múgica, heridas por la pasada actividad de  ETA, que rechazaron frontalmente la nueva postura de Otegi y la afirmación puesta en boca de Zapatero de ser aquel un hombre de paz. Yo no diría que Otegi es un hombre de paz, pero tampoco que es hombre de guerra. Es un hombre político, que ha demostrado valentía, especialmente al reconocer sus errores pasados.

 La Derecha económica aristocrático-financiera que se oculta detrás de ciertos “medios desinformativos” muy poderosos, parece dictar lo que es bueno y lo que es malo, según convenga a su interés. El Sumo Pontífice de la Ideología derechista carpetovetónica, Federico Jiménez Losantos, desde su trono-trinchera de Libertad Digital adoctrina a Vox y al PP después de haber ejecutado a los C´s por no serle suficientemente fieles.

Los días 22 y 23 del pasado junio de 2021 Federico Jiménez Losantos llamó abiertamente a derribar por la fuerza lo que él llamaba la Dictadura de Sanchez. Llamó Tribunal Prostitucional al Constitucional y exigió que desapareciese. Amonestó a los que le oían y denunció que estamos en un proceso revolucionario con cambio de régimen para pasar a un despotismo desilustrado y que el presidente del Gobierno “como un ladrón, traidor, apuñala por la espalda”. Para buen entendedor, más claro el agua: “Si hay que salvar a España, para que sobreviva España, hay que derribar a la dictadura de Sánchez por medio de la fuerza. O sea, por las armas ya que las urnas todavía están lejanas”. (Todas estas palabras y frases son del santo Losantos).

Cuando el Gobierno progresista concedió indulto a los catalanistas presos, don Federico J. Losantos, escribió: “Hoy es el Día Primero del Año Primero de la Dictadura sanchista. Todos los españoles debemos estar preocupados por el diálogo que entabla ”este mamarracho (presidente Sánchez) consigo mismo y con el golpismo catalán. “Yo no sé si admirar a quien estando bajo una dictadura social-comunista se atreve a llamar mamarracho al presidente, o si reírme de la falta de imaginación al compaginar tales insultos con decir que se está en ”el Año Primero de la Dictadura sanchista“.

Por otro lado, Otegi tras dejar atrás su pasado etarra y pese a su papel en las conversaciones para la tregua final de la banda terrorista, no es reconocido como “pacificador” sino que es calificado por la derecha de “muleta para Pedro Sánchez”, que, según parece, cojea hacia la izquierda.

El pasado 18 de julio, fecha significativa, he podido leer que: El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y el secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, han hecho pública una declaración “solemne” con motivo del décimo aniversario de la Conferencia de Aiete y del fin de la violencia de ETA, en la que han lanzado un mensaje específicamente dirigido a las víctimas de la organización terrorista.

“Queremos trasladarles nuestro pesar y dolor por el sufrimiento padecido. Sentimos su dolor y desde ese sentimiento sincero afirmamos que el mismo nunca debió haberse producido, a nadie puede satisfacer que todo aquello sucediera, ni que se hubiera prolongado tanto en el tiempo. Debíamos haber logrado llegar antes a Aiete”.

Desde esa Petición Pública de Perdón hemos visto avances en el panorama político a pesar de las Pandemias y la situación económica.

La daga, la guillotina o una misa

Patxi López,  que fuera lehendakari vasco cuando la banda terrorista ETA anunció el cese de la violencia, ha valorado el “reconocimiento que llevamos años reclamando los demócratas que ganamos esta partida a la violencia y al terrorismo”. “Por primera vez” hay un “reconocimiento público por parte de la izquierda abertzale de las víctimas de ETA”. Los que sabemos de estas cosas, “sabemos que cuestan un congo, en ese mundo”, dijo Patxi López.

Pero lo que unos valoran otros execran. Y se llega al punto de llamar a Sánchez traidor. Y en el campo de la derecha mediática no se andan con chiquitas. Así tratando de doblegar al propio Casado le acusan de “pistolero y traidor” por haber firmado junto al PSOE el cambio en la judicatura.

Al margen de que nadie se sorprende en la España semidomesticada que haya misas en honor al Caudillo dictador, después de conocerse la historia rocambolesca de la asistencia de Casado a una misa por el alma del dictador Franco, las reacciones se han desencadenado. Mientras que desde el entorno de Casado han explicado que Casado desconocía por quién se rezaba en la misa, los portavoces de Unidas Podemos y Más País han pedido explicaciones. Pablo Echenique ha calculado la posibilidad de acabar por casualidad en una de las 11 misas convocadas por la Fundación Francisco Franco, e Íñigo Errejón ha dicho que “tiene que salir y explicarlo”.

Recordemos que este sábado 20 de noviembre se cumplían 46 años de la muerte de Francisco Franco y la Fundación del mismo nombre había convocado 11 misas en toda España “en sufragio por el alma de Francisco Franco y todos los Caídos por Dios y por España”. Uno de esos 11 lugares era precisamente la catedral de Granada, a la que Casado asistió.

Según  Echenique de Podemos: “El pasado sábado 20N hubo 10 misas por Franco y hay alrededor de 23.000 iglesias. La probabilidad de caer en una por azar es del 0,05% y Pablo Casado acertó (según fuentes del propio PP). Sorprende que un asunto tan grave no esté teniendo apenas recorrido. Debe dar explicaciones.”

Uno piensa o puede pensar : el control socio-comunista de la dictadura sanchista nos controla hasta cuándo vamos a misa. O pensar que la dictadura sanchista no es total y Casado puede asistir a misas pro-franquistas.

El señor Casado es muy requetelibre de ir cuantas veces como quiera a misas por Franco, o por Pinochet si se le antoja, pero como presidente de un partido que se dice constitucional debería andar con cuidado o si se quita en la iglesia la máscara para recibir hostias en dichas misas, debería reconocerlo públicamente sin vergüenza.

O le acabará pasando como a Sánchez, según los poderes mediáticos desinformadores, que estará amenazado por sus propios correligionarios bien sea con daga o con guillotina. ¿Es esa la razón de haberse equivocado de iglesia y de misa? ¿O trata Casado de ganar puntos entre los benefactores mediáticos de Abascal y Vox, de la Ayuso y la extrema derecha?

Los poderes ocultos detrás de los desinformadores ya no ocultan que van más lejos, que van mucho más lejos. No se pararon con la defenestración de Pablo Iglesias por la izquierda, siguieron con Ábalos del PSOE, ahora atacan al Casado y al PP, después de haber desmembrado a Ciudadanos. Losantos lo ha dicho claro sentenciando que del PP no va quedar ni la lápida de su sepultura. Reproduzco sus palabras textuales: “A la mezquindad de Rajoy, el líder del PP añade la ruindad y asegura la ruina” y que “al rescatar a Mariano Rajoy como emblema y condenar a Ayuso como símbolo, Casado demuestra que prefiere destruir la alternativa a Sánchez a forjarla”, finalizando Jiménez Losantos su diatriba contra Casado así: «En ocho meses, del PP no queda ni la lápida del aquí yace».

Los ochos meses no han pasado, pero sería ridículo pensar que la asistencia de Casado a una misa por el alma del catoliquísimo Franco se debe a que Casado trata de ganar puntos y evitar su desbancamiento por una Ayuso al alza. Los poderes semiocultos que presionan por una derechización política y económica no descansan y colocan tanto a Sánchez como a Casado entre falsas opciones de perdón, bipartidismos, guillotina o misas cantadas.  

No hay perdón para nadie que sea infiel a la ciega obediencia a la aristocracia del Poder, ni para Otegi, ni para Iglesias, ni para Arrimada, tampoco para un Casado que se atreva a negociar, sólo se salva el que reparte hostias abascaleando un porvenir que se asemeje al pasado.

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