El Siglo: Soria y un salmón indigesto

Pero otras veces la actualidad política transciende a lo autonómico y asciende a lo nacional. Esto ha ocurrido de nuevo esta semana, pues el semanario “El Siglo” publica un amplio informe sobre la corrupción administrativa en España. Y lo hace sin anteojeras: “Desde el reinado de Felipe III existe constancia documental de casos de corrupción en la esfera de la política en nuestro país, aunque es muy probable que ya existieran con anterioridad. La participación en toda clase de extraños y lucrativos negocios por parte de la reina regente María Cristina ?el ferrocarril, la distribución de la sal y, según algunos autores, hasta en el tráfico de esclavos? en el siglo XIX, la implicación del Partido Radical de Alejandro Lerroux en el estraperlo o en el asunto Nombela; las Manufacturas Metálicas, el caso Matesa, el Aceite de Redondela o el Sofico del franquismo, no son más que ejemplos anteriores de una práctica que parece mantenerse constante e invariable hasta nuestros días”, escribe Pedro Antonio Navarro, que no olvida “Filesa, Malesa y Time Sport, el caso de los Fondos Reservados, el de Juan Guerra, la corrupción sangrante llevada a cabo por el entonces director general de la Guardia Civil, Luis Roldán. Todos ellos tuvieron consecuencias políticas y jurídicas, con la mayoría de sus responsables procesados y condenados, el cese de muchos de sus impulsores y, sobre todo, el castigo de los electores en las urnas a esta opción política”.

Analiza cada autonomía con lupa y el capítulo canario es el de los últimos tiempos. Lo titula “Soria y un salmón indigesto” y describe el proceso llevado a cabo por la jueza Margarita Varona y los documentos remitidos por el Cabildo de Gran Canaria a raíz del expediente Anfi-Tauro. Recuerda que fue el periodista Carlos Sosa quién descubrió que Soria había aceptado una invitación para pescar salmón en Noruega y da la versión de Soria a la salida de los juzgados: “A mi nadie me ha pagado nunca nada”. Si hubo trato de favor o no por fortuna lo decidirá la jueza, no ninguno de los fabuladores subordinados tinerfeños de Soria, muy bien dotados para la ciencia ficción pero poco hábiles para la política. Y aunque el amplio informe de “El Siglo” no contiene grandes revelaciones, tampoco reproduce grandes yerros. Y tiene la virtud de precisar sin pasiones lo que ha ocurrido en este caso -desgraciadamente para Canarias y sobre todo para Soria- el único que logra traspasar la barrera mediática política allende los mares.

Federico Utrera