El 'sistema' de Zerolo y Oramas

Ni siquiera se esmeraron en el título. El “todo por el pueblo y para el pueblo” es pura guasa. Zerolo, con jesuítica reserva mental, omitió el resto del título “?pero sin el pueblo y a su costilla”. Una costilla, para empezar, de más de treinta millones de euros pagados fraudulentamente.

He buscado una explicación a la afirmación zerólica de que López Aguilar perdió las elecciones. Sólo se me ha ocurrido una: fruto de sus elucubraciones, trata de aparentar que no sabe contar escaños. A ver si así nos creemos que se ha equivocado, cuando paga millones en dinero público a sus amistades.

Tiene su gracia que Zerolo afirme que sufre un régimen de terror -bajo el gobierno socialista- y que los funcionarios no afines al socialismo padecen la más absoluta indefensión jurídica. La definición zeroliana de la corrupción, “la corrupción consiste en permitir que se construya (en el Frente de Playa de Las Teresitas)”, es insuperable.

En plena inspiración, Zerolo se imagina cómo sería la sociedad de derecho -así la llama- si cayera en mis manos. Es bastante más fácil comprobar cómo acaba siendo un Ayuntamiento “de derecho” en manos zerolianas. No hay que echar a volar interesarse por el caso Las Teresitas o por algún affaire más reciente, como el de la privatización de Emmasa.

Dice Zerolo que soy antisistema. Si antisistema es anti-Régimen de ATI, de acuerdo. Porque es un régimen cada vez menos democrático y más demagógico y pueblerino, en el que ocurren casos como el de Las Teresitas o el de la ampliación de Alcampo, perpetrado en este caso por una de sus más conspicuas representantes : Ana Oramas.

Veamos. solicitó, allá por 2001, licencia urbanística para ampliar su Centro Comercial de había efectuado obras ilegales de ampliación. Sumando éstas a las que ahora pretendía construir, se pasaba tres pueblos de lo permitido por el Plan General del municipio. Los funcionarios municipales informaron en contra de la solicitud de Alcampo y el expediente quedó tirado en la cuneta.

Más adelante, Alcampo volvió a intentarlo presentando otra solicitud de Licencia de edificación para realizar las mismas obras, pero comprometiéndose a demoler las que había construido ilegalmente. Pero, entretanto ?año 2003-, había entrado en vigor la enésima normativa de sobre ordenación comercial.

Desde 1994 llevan ATI y el PP, desde el Gobierno de Canarias, vacilándose de los representantes del comercio del país (canario, desde luego) aprobando leyes para amortiguar el impacto de las grandes superficies. La Ley 10/2003 impuso la exigencia de obtener una licencia comercial específica, con carácter previo a la licencia urbanística, para poder construir o ampliar un gran centro comercial. Y Alcampo no iba a lograr su licencia comercial previa, según los Informes del Cabildo, porque los indicadores comerciales estaban saturados. Ya la comarca comercial Santa Cruz-Laguna no daba más abasto de grandes superficies. Ya estaba full.

Entonces, Oramas y su gobierno-municipal-de-defensores-de-lo-nuestro organizan el chanchullo de conceder a Alcampo, por silencio administrativo, la primera licencia urbanística solicitada.

Estos son los hechos declarados por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, Sala de lo Contencioso, a instancias de la Federación del Comercio y de los concejales socialistas. En una sentencia firme y definitiva, contra -émula de su coleguita santacrucero, ya saben- ha presentado un recurso imposible para ganar tiempo. Con dinero público, por supuesto.

La que se considera hermana política de Zerolo discurrió más o menos así: no podemos darle la licencia a Alcampo, porque sería ilegal; pero tampoco se la deniego -debiendo hacerlo-. Después, por el mero transcurso del tiempo, Alcampo la reclamará invocando el silencio administrativo positivo. Entonces se lo reconoceremos, aunque también sea ilegal: no cabe silencio positivo en contra de la Ley, ni del planeamiento. Pero parecerá -y podremos decirlo- que no se me quedo tan pancha.

Y, como en Las Teresitas, violando todas las normas habidas y por haber. Normas autonómicas, escritas y publicadas en lengua autóctona, la del “habla canario”.

Todo un recital de cómo funciona y a quiénes representa el Régimen de ATI, a la hora de Teresitas, a los millonarios de aquí. Atropellando contra viento y marea el interés público tutelado por la ley y los derechos de muchos pequeños propietarios, empujados por Zerolo y sus cuates a la más absoluta -esa sí que es- indefensión jurídica.

En el caso Alcampo, el Ayuntamiento de La Laguna puesto al servicio de una empresa multinacional, una vez más. Los comerciantes laguneros, atónitos, se restregaban los ojos. Estarán de acuerdo conmigo en que esta historia hay que ponerla en conocimiento de la Fiscalía. ¿O no?

Todavía recuerdo la pantomima de Ani Oramas, “ya está bien de grandes superficies”, cuando la destinaron a dice que “ojalá hubiera más centros comerciales”. Le gustan los juegos de palabras. Ellos, los de ATI, son así.

No voy a insistir más con Zerolo. Lo que había que decir, está dicho.

Ni voy a obligar a Zerolo y al escribidor a perseverar en el macatismo -que no viene de Mac Arthy, sino de MacATI- de inventarse peligrosos comunistas y agentes del poder canarión por las cuatro esquinas de mi Isla.

Así que el pelotón de fusilamiento de las pesadillas zerolianas, no tendrá balas. Cargaré los mosquetones de jazmines, de los que preludiando la primavera florecen estos días por los rincones de la Vega lagunera. Rebosan por encima de verjas y cercados. Un domingo, bajo la llovizna, es mejor olvidarse de la última diatriba zeroliana. Esas cosas, para el lunes. Hasta más ver.

(*) Santiago Pérez es diputado del PSC en el Parlamento de Canarias.

Santiago Pérez *