Espacio de opinión de Canarias Ahora
El sitio de Ecuador
Los ecuatorianos están hartos de tumbar presidentes que se acogen al neoliberalismo después de darle la espalda a sus propias promesas. El país se empobrece a marchas forzadas, provocando miseria y emigración. Los líderes de los partidos políticos tradicionales están sumergidos en una corrupción solamente equiparable por su amplitud a su propio desprestigio y a las trapisondas bancarias. Estos políticos controlan el Congreso, pero además todo el aparato judicial. El rechazo de los ciudadanos a este estado de cosas quedó claramente expresado en las elecciones presidenciales de noviembre. Correa ganó porque prometió combatir la corrupción política. ¿Cómo? Con una reforma a iniciar por medio de las elecciones a la Asamblea Constituyente.Para ello, Correa apeló al artículo 104, numeral dos de la Constitución vigente, que faculta al presidente de la República a convocar un referéndum, cuando, a su juicio, se trate de cuestiones de gran importancia para el país. Así que ordenó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) la organización de la consulta popular para el mes de marzo. En lugar de cumplir con su trabajo, el TSE envió el decreto presidencial al Congreso, donde ya esperaban esa iniciativa inconstitucional del tribunal para cuestionar el carácter legal del plebiscito. Esta impostura anunciada hizo que algunos partidos políticos, sindicatos, organizaciones campesinas, barriales y profesionales organizaran una manifestación ante el Congreso en Quito, y en otras ciudades, con la idea de impedirla. Cuando los congresistas vieron que miles de personas se acercaban, decidieron salir para montar el espectáculo mediático en un hotel, mientras la policía reprimía a quienes, indignados, intentaban ocupar la sede parlamentaria. Los medios de comunicación españoles decidieron desviar un poquito la atención. Sustituyeron que El Congreso intenta sabotear el referéndum para una Asamblea Constituyente por Seguidores del populista Correa asaltan el Parlamento, aunque el segundo acontecimiento sea una consecuencia del primero. Más aún, atendieron ampliamente a la rueda de prensa ofrecida por Jorge Cevallos, el presidente del Congreso, desde su cercano exilio en un hotel. Y eso está bien. Este dirigente de la oposición también colocó el tema del referéndum en un segundo plano y se dedicó a soltar insultos como el siguiente: El presidente Correa no entiende otra razón que no sea el caos, que no sea la fuerza, que no sea la violencia. Y acaba de asumir el cargo. Ya puede asumir otra evidencia: intentarán acabar con su programa y/o con él lo antes posible, pero de ninguna manera por la vía democrática.Por su parte, la cadena SER recogió las declaraciones del presidente ecuatoriano: Se trata de una lucha entre el poder de unos cuantos frente a lo que quiere la mayoría. ¿Cómo se explica que el 60% del Congreso esté bloqueando la consulta popular que yo he convocado para que el pueblo se exprese a favor o en contra de la Asamblea Constituyente, mientras que el 80% de la población (según las encuestas) sí quiere esa asamblea y esa consulta? Eso demuestra el colapso de nuestra democracia y por eso es necesaria esa asamblea nacional constituyente. Pues se explica muy sencillamente. Porque tienen pánico a perder sus prebendas. Seguramente por ese motivo los miembros del Congreso decidieron hace unos días subirse el sueldo en unos mil dólares más mensuales. ¡Otra provocación grosera contra el empobrecido pueblo ecuatoriano que también explica la legítima indignación de la mayoría!
Rafael Morales
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