Tegueste: Obras y consecuencias

Al margen de la crisis económica que está viviendo toda Europa, los empresarios de Tegueste han visto como sus respectivas empresas han bajado sus ventas de manera considerable, pero no han sido capaces de reivindicar o manifestarse públicamente ante unas obras descoordinadas y vergonzosas. De la misma manera, los vecinos del pueblo teguestero, colectivos, amas de casas y asociaciones de vecinos, han visto impertérritos como los políticos del Ayuntamiento de Tegueste y Cabildo Insular de Tenerife, han iniciado unas obras sin crear anteriormente un paquete de medidas que pudiera aliviar los compromisos y las pérdidas de los comercios de la zona. También, las incomodidades que están causando a miles de personas que cada día tienen que pasar por la carretera principal de Tegueste. Así mismo, la intimidad y calidad de vida de los vecinos de Tegueste, ante los múltiples ruidos y obstáculos para poder acceder a sus respectivas viviendas y los cientos de amortiguadores de vehículos rotos por el mal estado de la carretera o camino para cabras y burros.

De momento, el pueblo de Tegueste se muestra conformista. Muchos de ellos hablan en los bancos de la plaza o en la barra de los bares, pero no son capaces de reivindicar públicamente los efectos e incomodidades que las obras descafeinadas, mal dirigidas y descoordinadas están produciendo en sus respectivas vidas. Mientras tanto, los ediles y máximos mandatarios del Ayuntamiento de Tegueste, se muestran ausentes, ya que ellos entienden que las obras de acondicionamientos son responsabilidad del Cabildo Insular de Tenerife, lavándose las manos como lo hiciera en otra época, Poncio Pilato (en latín, Pontius Pilatus). Estos son los representantes políticos de un pueblo; los que callan y otorgan, pero también es verdad que el resto de pueblo llano tampoco ha dicho gran cosas sobre los graves problemas y trastornos sociales que las citadas obras se están llevando a cabo en la TF-13 de Tegueste. Insisto, antes de llevarse a cabo unas obras de tales dimensiones, hay que estudiar con mucha cautela los pros y los contras que puedan tener o verse afectados todo un colectivo social. En esta ocasión, muy a pesar mío, los políticos responsables de tales obras no han tenido y sabido, tener la sensibilidad suficiente con la sociedad isleña, al aprobar, adjudicar y llevar a cabos una sobras mal coordinadas y perjudiciales para los intereses de todos los tinerfeños.

Rafael Lutzardo