Un imputado de bandera (con perdón por lo de la bandera), aún sujeto a investigación judicial por media docena de delitos entre los que se encuentra el cohecho, es el alcalde de Mogán, Francisco González, que hace unos días comentó en Radio Canarias que sus conversaciones con Onalia Bueno, a la sazón su mano derecha en el Ayuntamiento, captadas por la Policía e incorporadas al sumario, no iban referidas a forrarse gracias a la política, sino que “aprovechando los contactos” que iban acopiando, comprarse unas propiedades para estar bien situados al abandonar el cargo público. En la trama de Góndola, que se instruye malamente tras haber pasado por cuatro jueces distintos, Paquirrín aparece en obscenas conversaciones que delatan a un político sin escrúpulos, que lo mismo pide un favor para un empresario amigo que permite que se compren votos para las elecciones municipales o que se investigue a una comisaria de Policía. En Telde, su partido, el PP, va a presentar a Mari Carmen Castellano, ex presidenta local de esa formación, a la que el juez ha mandado a juicio por dos delitos, entre otros el de cohecho. Está en libertad tras pagar una fianza de 60.000 euros, luego rebajada por el juez a 10.000. Dice el juez instructor que se quedó con dinero de comisiones ilegales, las que cobraban concejales del PP en la etapa en que gobernaron Telde entre 2003 y 2007. Quieren volver a gobernar esa ciudad.