Vaya, vaya. Ellas mueven el trapo y los periodistas miramos para ellas. Y para el trapo. Ellas son Pilar Parejo e Isabel García Bolta, viceconsejera de Turismo del Gobierno y concejala de Cultura de Las Palmas, respectivamente. Y el trapo: quieren que el debate sea lo monas que van a quedar en el Woermann las oficinas de Hecansa y Saturno, con biblioteca virtual y salas de reuniones para que los empresarios se reúnan con los turoperadores. Bolta, por su parte, habla de la bondad de la biblioteca de barrio y descubre a estas alturas de la vida que lo que su Ayuntamiento y su partido pactaron hace unos años fue disparatado: una biblioteca en el Woermann, qué descaro, qué frenesí. Pues sepa la concejala que gracias a que se cedían esos espacios para esos usos públicos se pudo celebrar el convenio que dio lugar a ese edificio. Si ya fueron graves los métodos para derruir el viejo Woermann, más grave es descubrir ahora que hasta el convenio fue una estafa para los ciudadanos.