Como ya habrán podido observar por los últimos acontecimientos (ataques a periodistas concretos, intentos de censura previa desde el consejo de administración de RTVE, acusaciones infundadas de manipulación cada día) el PP anda embarrando bien los calderos para poder proceder con sus razones a una auténtica purga una vez concluya ese paseo triunfal que ellos dicen que se van a dar el 20 de noviembre. Ya hay periodistas recolocándose, no se vayan a creer, que dos centenares entraron enchufados por el PP en la gloriosa etapa de Josemari Aznar en la presidencia del Gobierno. Otros tendrán que aguantar haber sido independientes y haber presumido de serlo. Es el caso de la presentadora de Los Desayunos de TVE, Ana Pastor, que se ha convertido en blanco de la crítica de un dirigente pepero canario que desea recuperar su protagonismo lo más rápidamente posible. Este martes anunciaba que regresa al articulismo periodístico, pero el lunes lanzaba un desagradable aviso a Ana Pastor en Twitter. Enlazando con una frase de la periodista en la que anunciaba los contenidos de su programa (“último consejo de ministros, última corrida de toros en Cataluña, ¿última posibilidad de Grecia?”), Ángel Llanos contestaba con este exabrupto tan de matón: “Se espera que en poco tiempo llegue el último episodio de #losdesayunos con @anapastor_tve”. Cada uno elige la mejor manera de expresarse y de ganar puntos en el sector fanático del PP. Y cada uno decide otorgar a cada cual la valía moral y democrática que merece.