Nuevamente campeones de lo más penoso. Mientras en Gran Canaria el Consorcio para la Rehabilitación Turística del Sur se ha ido a hacer puñetas hasta después de las elecciones (Nueva Canarias no quería que el PSOE pudiera rentabilizar mínimamente cualquier mejora en la principal industria de la isla) en Palma de Mallorca impera la unanimidad para sacar adelante la rehabilitación de la playa de Palma. Este martes, sin ir más lejos, el Parlamento balear aprobó por unanimidad la Ley de Medidas para la Revalorización Integral de la Platja de Palma, lo que permitirá al Consorci Urbanístic Platja de Palma asumir todas las competencias urbanísticas para expropiar, esponjar y reordenar la zona, actualmente en manos de los ayuntamientos de Palma y Llucmajor. La Ley permitirá ahorrarse ocho años de trámites políticos y administrativos y reducirlo todo exactamente a doce meses. Aquí, la alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, Mari Pino Torres, de Nueva Canarias, con la ayuda de Marco Aurelio Pérez, reventó el consorcio turístico alegando que el nombre se estaba utilizando mal y que el gerente se gobernaba solo. Una legislatura perdida y nuestros competidores españoles sacándonos tres cuerpos de ventaja. Penoso.