Los seguidores del discurso rupturista y antirégimen de Juan Fernando López Aguilar permanecen de momento callados, pero algunos ya empiezan a contar a los periodistas que ese silencio no significa inacción. Que desde que el secretario general anunciara hace casi dos semanas que abría el melón sucesorio, no han parado de hablarse, y fruto de esas conversaciones es la convicción generalizada de que “ese equipo humano” presentará una candidatura que colocará a su frente al que, en el momento procesal oportuno, sea quien mejor posicionado o posicionada esté. No quieren dar nombres, pero aseguran que el espectro lo conforman desde parlamentarios hasta militantes de a pie, con algunas representaciones orgánicas insulares de cierto peso, como La Palma y Lanzarote, lo que se traduce en el compromiso de Manuel Marcos y Carlos Espino-Manuela Armas, respectivamente. Pero, ¿encabeza Arcadio Díaz Tejera ese movimiento? Está y se le espera, pero es la solución y el obstáculo, en definitiva, la incógnita. Pero en ningún caso el favorito.