¿Será que es un hombre incontenible? ¿Será que nos lo vamos a encontrar hasta en la sopa de aquí a que nos olvidemos de él? ¿Posee, además de ese arrebato pasional por obedecer lo que le dicen Soria y Mauricio, el don de la ubicuidad? Hablamos, cómo no, de José Manuel Arnáiz Bra, presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (dios nos libre y guarde). Íbamos tan tranquilos hacia Arucas el otro día y, llegando al túnel de Tenoya, rianga, cartel indicador de las obras de una gasolinera de la petrolera Texaco. Y en el cartel, el nombre de Arnáiz, ahí, con todos sus nombres y sus apellidos. Pero no como propietario o como promotor, sino como autor del proyecto, es decir, como ingeniero que es. Sin carné, pero ingeniero. No hemos querido ni preguntar si hizo el proyecto antes o durante su estapa de incompatibilidad como presidente del Puerto. Pero, total, ya metidos en gastos... qué más da uno más.