Con lo que no contaban los futbolistas era que el Juzgado de lo Mercantil siguiera con la disolución a pesar de que llegaran a un acuerdo con la UD. Ahora la Audiencia, en una sentencia espesa pero al menos aliviadora, deja sin efecto la disolución por expreso deseo de los muchachos, a los que habrá que agradecerles su gesto, vaya por Dios. Por contra, la sentencia tumba todos los argumentos de la UD de que los jugadores cobraron ya en su día la deuda y considera un préstamo el adelanto de ese dinero por parte del ex presidente del Universidad, Alfredo Morales. Para nada valora aquel rocambolesco acuerdo in extremis de noviembre de 2007 por el cual la UD pagaba a los jugadores, éstos entregaban el dinero al Universidad, el club colegial se lo devolvía a Alfredo Morales y éste lo donaba a Las Palmas, por haber pagado ya. Pero quien sí valora aquella ida y vuelta truncada es el Consejo de Administración de la UD. La próxima semana estudiará reclamar el dinero a estos diez futbolistas.