La autorización de ese gasto para convidar a los familiares de los guanchanchos a un boncho en la sede de la Academia Canaria de Seguridad fue firmada por dos personas con potestad suficiente para hacerlo. Pero, ¿quiénes fueron estas dos personas y quién les otorgó tales poderes? Veamos. Uno fue Víctor Chinea Mendoza, a la sazón director de la academia por la cuota gomera de Coalición Canaria. Chinea fue destituido de su cargo el pasado mes de octubre de manera sorpresiva; en su lugar, Ruano, el consejero de todas las cosas, puso a Juan Jesús Hernández Ayala, que ha llegado por el tercio del PNC. La otra firma es la de Rosario Navarro de Paz, que tiene asumido el cargo de “responsable de Planificación” de la academia. Navarro de Paz, como sus apellidos indican a las claras, es hermana de María Australia Navarro de Paz, actual portavoz parlamentaria del PP, y a ella debe su nombramiento en comisión de servicios más que caducada. Maestra especializada en Educación Física, lleva sin pisar un colegio desde hace más de diez años gracias su buen hacer y el buen hacer de su hermana, que fue consejera de Presidencia entre 2003 y 2005. En 2004, Rosario Navarro, tras dejar su comisión de evaluación como beramedora en Educación, fue convenientemente enchufada en la Academia Canaria de Seguridad a través de una comisión de servicios que ha sido renovada automáticamente desde entonces y en la que estará al menos hasta el 31 de agosto de este año, que es cuando se le vence la última graciosa renovación. Ocupa la plaza “puesto singularizado de planificación”, es decir, teóricamente encargada del asesoramiento, planificación, estudio y evaluación de la actividad formativa de esta loca academia de policía.