A los socialistas majoreros les ha cabreado perder las elecciones en las instituciones insulares (excepto en el Ayuntamiento de Pájara) y luego quedarse con cara de papafritas otorgando la Alcaldía a CC en Antigua, en Betancuria y, con una abstención pasiva, en La Oliva. Luego está lo del tránsfuga en Tuineje, pero eso fue un descontrol organizado. En La Oliva, donde vuelve a localizarse el epicentro de esta crisis, los socialistas se sienten ninguneados por la alcaldesa, Claudina Morales, a la que atribuyen poses malvadas en plan Cruela de Vil. No les llama para pactar los presupuestos y pretende que se los voten a favor, se quejan los socialistas. Sin contar las veladas acusaciones que vierten contra ella por recalificaciones en Majanicho.