Pero ocurre que con esta actitud, el vicepresidente y consejero de Economía está consiguiendo molestar de nuevo a Aznar y al aznarismo, tras el desafortunado sms enviado a María San Gil. ¿Por qué? Pues porque el ex jefe del Ejecutivo y presidente de la FAES ha tachado de “inaceptables” las injerencias de los gobiernos autonómicos en las fusiones de las cajas de ahorros durante la conferencia que impartió en la sede de la patronal madrileña CEIM, con motivo del vigésimo aniversario de la Organización de Patronales de Capitales Europeas (OPCE). Además declaró que “este es el momento de despolitizar por completo el sector de las cajas de ahorros”, aunque instó a hacerlo “con el menor coste posible para el contribuyente”, y aplicando “la disciplina de mercado”, de tal manera que, en el mercado, “el castigo es la expulsión. En este sentido consideró que ”no es de recibo“ que los directivos culpables de provocar la ”insolvencia“ de una entidad continúen en sus responsabilidades mientras reciben ayudas públicas. ¿A qué nos suena esto? Huy, Pepe Manuel, en que lío te estás metiendo...