No sabemos si fue un acto de enaltecimiento de la Constitución o de llamada de atención sobre las controvertidas relaciones entre España y la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). O ambas cosas a la vez en un batiburrillo de confusas banderas que descubrimos este domingo en un edificio de la calle Leopoldo Matos, esquina con Pío XII, de Las Palmas de Gran Canaria. Dos banderas de España colgadas de un balcón, una de ellas con el escudo pre democrático, y la otra, cubierta parcialmente por una enseña del Frente Polisario, con el aguilucho franquista burdamente cortado en una clara vulneración del ordenamiento jurídico, que considera eso un ultraje a la bandera nacional. Fite tú, en los tiempos que corren. Por la noche, alguien retiró la bandera de la derecha, tras plegarla durante la tarde, quizás al percatarse de que aquel escudo no era el de ahora.