Las cosas en Coalición Canaria, sector oriental, se acercan a lo churrigueresco y apuntan a una refundación, no sabemos si nacionalista o espiritualista, pero refundación, seguro. En Lanzarote, donde se imponen también las tesis paulinistas por la vía de los tres quintos y tiro porque me toca, Juan Carlos Becerra ha ordenado cambiar las cerraduras de la sede nacionalera. No en vano fueron él y Pedro de Armas los que aflojaron la plata para comprar ese pedazo de sede, envidia del resto de fuerzas políticas. Nadie puede toserles porque es la sede del Partido Nacionalista de Lanzarote, cedida a tiempo parcial a CC. Algo parecido a lo que ocurre en Gran Canaria con la sede de Buenos Aires, pagada por Mauricio, Fernando González y Carmelo Ramírez. A ver cómo se reparten los gananciales.