En la gestión más pura de la Comunidad Autónoma, al PSOE le ha tocado asumir el departamento llamado de Administraciones Públicas, lo que a la espera de conocer esos ajustes finos y el recorte o ampliación de flecos, nos lleva a concluir que les tocará esa parte de la Consejería de Presidencia que se denomina “función pública”, la Inspección General de Servicios y la Dirección General de Telecomunicaciones y Nuevas Tecnologías. También queda en manos socialistas el área de Justicia, hasta ahora una de las preferidas de Coalición Canaria junto a Educación, dos departamentos altamente conflictivos donde quienes se pongan al frente tendrán la oportunidad de demostrar que aún cabe el diálogo y las ganas de llegar a acuerdos. Porque en Educación y en Justicia los sindicatos andan sublevados por una larga historia de incumplientos y desencuentros, en muchas ocasiones asumibles sin necesidad de enormes desembolsos económicos, que no están los tiempos para muchas alegrías. Al PSOE le tocará recomponer los pésimos registros en fracaso y absentismo escolar, y enderezar los datos de los informes Pisa para lo que tendrá que recuperar la motivación de los enseñantes y la implicación de los padres y las madres. Inaugurará el Palacio de Justicia de Las Palmas de Gran Canaria, que María Australia Navarro prometió para 2007, y le tocará revisar a fondo el desastre del Atlante II y de las políticas de suministros, contratación y compras de la dirección general correspondiente.