Con una estrategia de oposición absolutamente errática, pretendiendo sorprender a Saavedra donde el alcalde se maneja como un auténtico virguero, Luzardo da golpes que se terminan transformando en patinazos. ¿Se acuerdan cuando se empeñó en que había gato encerrado en el concurso de Guaguas Municipales? ¿Se acuerdan que llegó a acusar al gerente de la empresa de estar pasando información privilegiada a empresas presuntamente interesadas en la frustrada privatización? Aquello terminó en querella del gerente de Guaguas, Sebastián Sansó, militante del PP al corriente en el pago de sus cuotas. Una querella que va caminando y caminando y cuyas diligencias testificales han servido para escuchar a testigos muy cualificados, íntimos amigos de Soria, que se han indignado con las preguntas lanzadas por el abogado de Luzardo, José Mateo junior. Y por la actuación de Pepa, que ya se ha dado cuenta de que tiene un problema y ha mandado a un par de emisarios a hablar con el querellante, “a ver si hay una manera de arreglar esto”.