El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Se comieron Gran Canaria
No es ninguna exageración: los arquitectos de Gran Canaria se zamparon el pasado viernes la isla enterita. Fue el festín navideño que escogieron para celebrar juntos un año que para el Colegio de Arquitectos de Canarias, Demarcación de Gran Canaria, ha sido bastante movidito. Una enorme isla de Gran Canaria elaborada con productos totalmente comestibles fue el centro de un proyecto muy original que requirió la participación de medio millar de personas pertenecientes a las empresas Hecansa, Vanyera y Pastelería Arbona, entre coordinadores, meitres, cocineros, estudiantes de hostelería y montadores. Se utilizaron toda clase de materiales en la elaboración, desde crema de berros para las presas de Chira y de Soria (con perdón), gofio para las dunas, chocolate para el Dedo de Dios (el de antes), calabacines para los aviones de Binter, los turistas al sol en forma de gambas... Los bungalows del Sur eran de queso, y la villa de Moya, claro, de bizcochos de allí mismo. La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria se hizo de mazapán, las casas de los riscos, de chocolatinas de colores, y la panza de burro, de suspiros. Los barrancos del centro, de jamón y lomo, y La Isleta, de profiteroles. Total, tanto trabajo para que se zamparan la isla en apenas una hora. Ah, debía estar riquísima la supercomisaría, que se la comió enterita Javier Mena, el presidente del colegio.
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