Poco a poco la verdad se va abriendo paso. La querella que contra nosotros interpuso Rodríguez tenía desde el principio todos los visos de no prosperar, sencillamente porque de ser falsas nuestras informaciones no estaría este dirigente del PP a punto de sentarse en el banquillo acusado de un presunto delito de tráfico de influencias. Su participación en la trama consistió en cobrar unas determinadas sumas de dinero a cambio de introducir a la empresa de Antón Marín en los Ayuntamientos del PP para que le fuera encargada la construcción y gestión de viviendas sociales. Para ello se preparaban unos chiripitifláuticos concursos públicos que siempre tenían como adjudicataria esta empresa. Junto a Rodríguez y al dueño de Grupo Europa, Antón Marín, se sentarán en el banquillo de los acusados personajes tan sonados como Toñi Torres y José Luis Mena, lo mejor de cada casa.