Anda Greenpeace muy cabreada con los resultados alcanzados en la cumbre del clima de Copenhague y con la detención de su director en España, Juan López de Uralde, encarcelado desde el jueves pasado por irrumpir en un salón donde los jefes de Estado y Gobierno se estrujaban la sesera para nada. López de Uralde no está detenido en una oscura cárcel marroquí o turca, sino en una danesa, en compañía de los activistas Nora Christiansen, Christian Schmutz y Joris Thijssen, que están en prisión preventiva, en régimen de aislamiento y sin juicio desde que desplegaron dos pancartas con el lema “Los políticos hablan, los líderes actúan”. Para exigir su liberación, Greenpeace ha convocado concentraciones en doce ciudades españolas, entre ellas Santa Cruz de Tenerife, donde tiene consulado Dinamarca. Será a las 17.00 de este miércoles, en Villalba Hervás número 5.