No sólo José Manuel Soria está aquejado del mal de la megalomanía, algo más frecuente en la clase política de lo saludable. Hemos detectado en el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y salvando las naturales distancias, una émula a tener en cuenta. Se llama Concepción Narváez, y es concejal de Turismo por el tercio socialista. Ya les hemos contado aquí la preocupación que siempre ha tenido por el cultivo de su imagen personal con dinero público, es decir, con el de la sociedad de promoción turística del municipio. Para ello se ha rodeado de un equipo de comunicación de su estricta confianza, con su cuñada al frente. Equipo al que ha ido dotando de los medios materiales oportunos para competir de manera digna en este mundo tan tecnificado: le ha comprado una cámara a la cuñada que quita el hipo.